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Zoonosis y otros problemas para la salud pública causados por reptiles

Autor
Antonio Folch Marin
Presentación

Hola a todos, quiero hacer una pequeña presentación de este artículo y como se concibió.

Fue originalmente un trabajo para una asignatura de mi carrera (veterinaria) en el cual se pretendía hacer un ligero estudio sobre las zoonosis y otras amenazas para la salud publica causadas por reptiles, y un proyecto sobre como combatirlas. Desde que decidí el tema a tratar en el trabajo, pensá que no me debía contentar con que solo se quedara en el papel, sino que a travás de la red pudiera estar al alcance de todos y que de esta forma tal vez se hiciera realidad. De hecho, en un principio el trabajo pensaba entregarlo directamente en papel y en un soporte informático con forma de página web, pero al final por falta de tiempo solo se entrego en papel. Ahora gracias a Brian este trabajo va a estar disponible para informar a todos aquellos que quieran leerlo.

Despuás de mucho pensar he decidido dejarlo tal y como lo hice originalmente salvo por los cambios que se han debido hacer para pasarlo al formato de página web claro esta. El trabajo es principalmente una investigación bibliográfica y de mi propia opinión personal. Si vierais alguna errata o pensarais que tengo que hacer algún cambio o añadir algún dato os estaría muy agradecido de que me informarais, ya que este es un tema vivo y que por tanto tiende a cambiar sobre todo en el tema de la legislación y avances científicos.

Sin más os invito a leerlo con la esperanza de que no os aburra demasiado ya que el tema puede resultar en algunas ocasiones un poco espeso.

Atentamente:

Antonio Folch Marin

varanof@yahoo.es

Indice
  1. Introducción y justificación
  2. Descripción y transmisión reptil-hombre de las diferentes etiologías
    1. Zoonosis bacterianas
      1. Salmonelosis
      2. Aeromoniosis
      3. Campylobacteriosis
      4. Otras enterobacterias
      5. Mycobacteriosis
      6. Coxiela burnetii – Fiebre Q
    2. Infecciones micóticas
      1. Zygomicosis
      2. Micosis superficiales y profundas
    3. Agentes víricos
      1. Alphavirus
    4. Protozoos
      1. Cryptosporidium
    5. Pentastomiasis
    6. Sparganosis
    7. Artrópodos
  3. Envenenamientos: mordeduras de saurios y ofidios venenosos
  4. Prevención de las zoonosis reptilianas
  5. Medidas de prevención tomadas por otros países
  6. Medidas a tomar legalmente
  7. Campañas de concienciación social
  8. Evaluación final del proyecto
  9. Bibliografía
  10. Paginas web interesantes

1. Introducción y justificación

En los últimos años se ha incrementado considerablemente el número de reptiles mantenidos en cautividad como animales de compañía. Este tipo de afición acarrea una serie de problemas para la salud pública, que generalmente no se te tienen en cuenta.

Estos problemas son mayormente de origen bacteriano, salmonelosis principalmente, pero sin dejar de tener en cuenta los problemas de transmisión y reservorio de otros tipos de patógenos como virus, hongos y parásitos. Y por supuesto sin olvidar el riesgo de mordeduras de serpientes y lagartos venenosos, que si bien es verdad que generalmente en España no son mantenidas por particulares, en Estados Unidos y el norte de Europa se mantienen por particulares con cierta asiduidad y por esto es de suponer que en unos años tambián sean relativamente frecuentes en las casas españolas.

Con este trabajo, se pretende dar a conocer los posibles riesgos que acarrea para la salud humana la manipulación de estos animales y las medidas que se deben seguir para prevenirlos. Me centrare principalmente en la salmonelosis por ser la zoonosis más comúnmente diagnosticada en relación con reptiles habiándose dado casos de muerte en USA, principalmente en niños y ancianos. Tambián nos centraremos en el riesgo que acarrea la tenencia de reptiles venenosos y el vacío legal que sobre ellos recae.

Con todo esto no se pretende crear ningún tipo de alarma social, sino tan solo mantener informado al propietario de los riesgos que conlleva mantener un reptil como animal de compañía y las medidas que debe de tomar para evitar posibles riesgos. Tambián se hará breves referencias a las medidas tomadas por otros países con mayor tradición en la tenencia de este tipo de animales, para prevenir en la medida de lo posible los posibles riesgos que acarrea su tenencia.

Las zoonosis que pueden ser transmitidas por los reptiles se asocian en numerosas ocasiones a malas practicas de higiene tras la manipulación del animal o durante la limpieza de su terrario. Evidentemente, si el reptil se encuentra vagando libremente por la casa el riesgo aumenta. Es increíble la cantidad de gente que considera que su reptil es feliz cuando se le deja suelto por la casa, haciendo comentarios como mira que activo esta, cuando lo que ocurre es que el reptil tiene un terrible pánico al encontrarse en un lugar desconocido y busca desesperadamente un lugar donde esconderse; tambián tenemos el caso contrario, el del reptil que le encanta ver la tele estando en el sofá con su propietario, a este lo que le ocurre es que tiene tanto miedo que es incapaz de moverse.

En general son más susceptibles de adquirir una zoonosis aquellas personas con el sistema inmune comprometido (personas con SIDA, con tratamiento de quimioterapia,...), niños y ancianos.

2. Descripción y transmisión reptil-hombre de las diferentes etiologías

2.1- Zoonosis bacterianas

2.1.1. Salmonelosis

La zoonosis reptiliana más conocida sin lugar a dudas es la salmonelosis. Salmonella spp. Es una bacteria gram-negativa, usualmente flagelada y anaerobia facultativa.. Hay alrededor de 2000 serotipos de S. enteritidis mientras q S. typhi, agente causal de la fiebre tifoidea y S. cholerasuis solo tienen un serotipo.

La importancia zoonósica de la salmonelosis fue reconocida cuando un niño de siete meses adquirió la enfermedad de una tortuga que mantenían como mascota; anteriormente, en 1946, se había descubierto el riesgo potencial al aislar Salmonella spp. de tortugas. En este primer caso ningún otro miembro de la familia adquirió esta enfermedad, pero fue aislada en un hermano de tres años. S. hartford y otros dos serotipos de Salmonella fueron aislados en la tortuga, pero el perro de la familia dio negativo.

En 1968, en respuesta a la asociación de salmonelosis humana y tortugas mantenidas como mascotas, el estado de Washington emitió una regulación según la cual las tortugas vendidas en este estado deben de tener un certificado de que están libres de Salmonella. Esto era imposible, ya que no hay forma de demostrar que una tortuga esta libre de Salmonella spp., en gran parte debido a la variabilidad en la excreción del organismo, esta regulación paró el comercio de tortugas en Washington. Subsecuentemente, los departamentos de salud publica de otros estados inspeccionaron la incidencia tortugas-asociadas a salmonelosis.

En Nueva Jersey, en 124 familias con niños de uno a diez años diagnosticados con salmonelosis, se encontró que el 22.7% eran propietarios de tortugas contra solo un 5.7% de las familias control. El serotipo más frecuentemente aislado era S. java. La enfermedad era mucho más común en los propietarios de tortugas que en los vecinos de sus alrededores.

Entre 1965 y 1968 en Seattle-King Country área de Washington vieron que la regulación no había provocado ningún efecto en la incidencia de la Salmonelosis. Los niños menores de diez años eran los que tenían mayor riesgo. Y eran una proporción significativa (30.3-30.6%) en la asociación tortugas-Salmonella, en 1968-69 se promulgo la regulación. Otros estudios epidemiológicos demostraron que el 14% de los casos de salmonelosis en Estados Unidos tenían relación con tortugas.. Esto basado en un calculo aproximado de que 15 millones de tortugas fueron vendidas anualmente en Estados Unidos en 1971, con una vida media en cautividad de dos meses, y 60 millones de familias con un 4.2% propietarias de tortugas. Basado en una estimación de 15 millones de tortugas vendidas anualmente, el riesgo de infectarse con Salmonella proveniente de tortugas era aproximadamente del 2%.

Mientras que para la gente sana es un pequeño riesgo, para los niños e individuos inmunosuprimidos supone un gran riesgo. Pese al bajo nivel de incidencia, un estudio sugiere que en un 22% de los casos es necesaria la hospitalización, lo que significa un serio problema para la salud publica. Un gran numero de casos probablemente ocurren pero no son reconocidos por tener signos inespecíficos y autocuración. Los síntomas en humanos incluyen: dolor abdominal, calambres, diarrea, disentería, nausea, vómitos y fiebre. Complicaciones serias, semejantes a meningitis o abscesos cerebrales, pueden ocurrir en casos de Salmonella en niños pequeños.

En 1972, el Departamento de Salud, Educación y Bienestar , United States Food y Drug Administration (FDA), prohibieron la importación de tortugas, huevos de tortugas y el transporte interestatal de las tortugas sin certificado de libre de Salmonella spp. o Arizona hinshawii (nueva clasificación de S. arizonae) por el estado de origen. El certificado se daba tras someter a 60 tortugas del lote de las tortugas transportadas para comercializarlas, por la autoridad sanitaria del estado. La detección de excreción de Salmonella se hacía mediante el estudio bacteriológico del agua donde habían permanecido las tortugas durante 72 horas. Este mátodo fallaba, ya que tortugas con el certificado de libres de Salmonella luego se demostraba que tenían Salmonella.

Actualmente se conocen más de 2000 serotipos (serovariedades) de Salmonella implicadas en zoonosis reptilianas. Algunos de estos serotipos pueden aislarse de cualquier reptil y son diferentes de los comúnmente asociados con la enfermedad humana. La variabilidad en la excreción de Salmonella por los reptiles contribuye a la dificultad de aislar los organismos e identificación de portadores. En tortugas que son consideradas negativas por análisis cloacal rutinario y análisis de agua durante periodos de 6 meses puede activarse la excreción del organismo. La fase latente de excreción puede verse interrumpida por el estrás. Un organismo puede ser positivo en cultivo de heces o de cloaca y negativo el día siguiente.

Las tortugas están infectadas entre un 12’1 y un 85%, las serpientes entre un 16 y un 92% y los lagartos entre un 36 y un 77%.

La infección por Salmonella en reptiles usualmente no muestra signos de enfermedad, y la relación suele ser saprofítica. Infecciones experimentales en serpientes, tortugas y lagartos por inoculación oral produjo eliminación fecal con enfermedad observable en el hospedador o formación de aglutinaciones, indicadoras de algún tipo de respuesta inmunológica. La infección vía subcutánea, intracardiaca o intraperitoneal que produjeron la evolución de aglutinaciones especificas. Algunos tipos de Salmonella pueden estar implicados en enfermedades espontáneas en reptiles con manifestaciones de septicemia, neumonía, coelomitis, abscesos, granulomas, shock hipovolemico y muerte. El aislamiento del Salmonella en reptiles no implica enfermedad en los reptiles o un riesgo potencial de transmisión de zoonosis.

Reptiles, incluyendo lagartos y serpientes están implicados en casos de salmonelosis humana y es causa de infección en ganado y aves de corral.

Según los Centres for Disease Control (CDC) S. marina es poco común como causa de enfermedad en humanos. Desde 1979 a 1989 el CDC recibieron notificación solo de 18 aislamientos en humanos y 28 aislamientos no humanos en los Estados Unidos. De los 28 aislamientos no humanos, 19 eran de reptiles y 9 de estos de iguanas.

El problema de la Salmonella se agrava porque se exige un certificado de salud para importar reptiles, pero no se exige una cuarentena o unas inspecciones sanitarias. Por esto aunque los animales no lleguen infectados a la tienda de animales, pueden infectarse por el contacto con otros reptiles o accesorios de estos fácilmente.

El tratamiento con antibióticos para eliminar la infección no es eficiente, teniendo que alargarse los tratamientos durante al menos 8 semanas sin que esto garantice la eliminación del estado portador.

El tamaño de los reptiles hace que en muchas ocasiones se produzcan compras compulsivas e incluso que se piense en estos como mascotas para los niños; los cuales, junto a los ancianos e inmunosuprimidos, son los que tienen un mayor riesgo potencial de sufrir esta zoonosis.

En reptiles, el tratamiento sugerido consiste en la aplicación de la enrofloxacina, pero se ha probado otros fármacos, como la gentamicina, con relativo áxito.

2.1.2. Aeromoniosis

Aeromonas spp. son gram-negativas, fermentativas y oxidasa positivas que pueden estar asociadas a enfermedades en peces, anfibios y reptiles. Son patógenos oportunistas y que tienen una importancia frecuente en la clínica de los reptiles. En una inspección en tortugas de orejas rojas (T. Scripta elegans) compradas en 27 distribuidores diferentes, Aeromonas spp. fueron aisladas en un 63% de las tortugas.

Aeromonas spp. son comunes en lagos, charcas y agua de los reptiles, anfibios y peces que se mantienen en casa. La infección potencialmente puede ocurrir por contacto de heridas abiertas con le agua o por mordiscos de reptiles que viven en este tipo de agua. Se han aislado A. hydropphilia en dos casos de ataque de aligatores a humanos. Aeromonas spp. se considera parte de la flora normal de la boca de los aligatores. Junto con Aeromonas spp., Pseudomonas spp., Serratia spp. y Enterobacter spp. son aisladas de los mordiscos de aligatores.

En reptiles suele ser el agente etiológico de la estomatitis ulcerativa, así como del “red leg” de los anfibios. En reptiles son causas de septicemias, los síntomas son bastante inespecíficos: malestar, infecciones en los dedos o en la piel y abultamientos en la base de la cabeza. Tambián se asocia a neumonías purulentas. Los tratamientos consisten en la aplicación de enrofloxacina o ciprofloxacina, aunque en casos avanzados sirven de poco.

2.1.3. Campylobacteriosis

Campilobacter spp. es una enterobacteria que puede causar diarrea y gastroenteritis aguda en humano. Se suele diagnosticar como agente zoonósico en niños siendo la fuente el perro de la familia.

Se han descrito caso de transmisión de campilobacteriosis a niños por tortugas clínicamente sanas. Campylobacter sp. Puede ser flora normal de los quelonios, eliminándose por heces durante largo tiempo

2.1.4. Otras enterobacterias

Se pueden aislar un gran número de otros microorganismos potencialmente patógenos tanto de reptiles enfermos como de ejemplares clínicamente sanos. En un estudio de tortugas mantenidas como animal de compañía (T. scripta elegans Tortuga de Florida o de orejas rojas) se aislaron Citrobacetr sp., Enterobacter sp., Klebsiella sp, Protues sp. y Serratia sp., que se han relacionado con diarreas y enterocolitis en niños y bebes.

Tambián se ha sido aislada Yersina sp. a partir de diversos reptiles. Yersina enterobacterolita puede causar enfermedad en el hombre, incluyendo gastroenteritis aguda. Se han aislado Y. enterocolitica y Y. intermedia a partir de varias especies de animales salvajes, entre ellos de Chelydra serpentina (tortuga mordedora). Tambián se ha aislado Y. pseudotuberculosis. A pesar de que no existen evidencias epidemiológicas de transmisión de Yersina sp. por parte de reptiles al hombre, pueden ser los roedores usados como alimentos para ástos la fuente de infección, sobre todo si se trata de animales que se han capturado o que han estado expuestos al microorganismo.

2.1.5. Mycobacteriosis

Mycobacterium sp. es un bacilo de pequeño tamaño ácido-alcohol resistente. En numerosas ocasiones se han aislado a partir de reptiles especies del genero Mycobacterium que causan enfermedad en el hombre (M. marinum, M. avium, M. tuberculosis, M. cheloniae). Las infecciones por micobacterias son más frecuentes en especies de tortugas acuáticas o semiacuáticas siendo M. marinum la más comunmente aislada. Las infecciones en reptiles por Mycobacterium sp. más habituales son las formas pulmonares crónicas. Se caracterizan por la formación de granulomas con un centro caseoso formado por restos celulares en los que en ocasiones se pueden detectar bacilos Ziehl-Neelsen positivos, rodeados por un discreto número de cálulas mononucleares y cáluklas gigantes multinucleadas. En casos puntuales se ha identificado a Mycobacterium sp. como causante de estomatitis ulcerativa en serpientes.

M. marinum se ha relacionado con el desarrollo de tuberculosis cutánea en humanos con proliferación de nódulos superficiales y subcutáneos. Uno de los agentes causales de enfermedad en reptiles, M. cheloniae se ha visto involucrado en dermatitis apostemosas en humanos. La fuente de infección puede ser el contacto directo con el reptil, arañazos, o durante la limpieza del terrario del animal; si el reptil sufre la enfermedad hay un elevado riesgo de transmisión, incluso durante la realización de la necropsia.

Debido al potencial zoonósico no se recomienda el tratamiento de un animal causada por Mycobacterium sp. sino más bien la eutanasia del mismo y desinfección estricta (incluso eliminación) del terrario. Se recomienda en líneas generales que el personal que maneje reptiles con lesiones granulomatosas insidiosas se protejan mediante guantes y mascarilla. En todo caso si decidiáramos realizar un tratamiento (en animales de elevado valor económico, genático o biológico) podríamos tratar con Rifampicina (MADER 1996) o estreptomicina (FRYE 1991), aunque generalmente resulta poco exitoso.

2.1.6. Coxiela burnetii – Fiebre Q

Coxiela burnetii es una bacteria pleomórfica de pequeño tamaño muy resistente al calor, desecación y agentes químicos. Es el agente etiológico de la Fiebre Q, presentando una amplia distribución, aunque se presenta especialmente en climas templados y tropicales. Como hospedadores de C. burnetii actúan artrópodos, mamíferos, aves y reptiles. Se ha aislado en ofidios, saurios y tortugas de vida libre durante estudios serológicos. Se debe tener especial cuidado con aquellos animales que han sido capturados en libertad, ya que pueden ser portadores de C. burnetii: Igualmente el reptil clínicamente sano portador de C. burnetii puede eliminar el microorganismo por las heces, contrayendo el hombre la enfermedad vía aerógena al limpiar el terrario, al manipular al animal, etc. Los casos debidas a C. burnetii son raros, pero el riesgo existe por lo que se deben tomar siempre medidas preventivas, sobre todo cuando se manipulan animales que han sido capturados en su hábitat natural o proceden de granjas o ranchos.

2.2- Infecciones micóticas

2.2.1.Zygomicosis

La zygomicosis (ficomicosis, mucormicosis) abarca un conjunto de enfermedades del hombre producidas por varios gáneros y especies de la clase Zygomycetes, órdenes Entomophthorales y Mucorales. Estos hongos son patógenos oportunistas, afectando a personas que padezcan otras enfermedades, con terapia antibiótica prolongada, o inmunodeprimidas. El hombre puede adquirir la enfermedad por contacto con las esporas vía inhalatoria, digestiva, percutánea o en contacto con la piel. Esta clase de hongos suelen ser parte de la flora saprofita del intestino de los reptiles.

Se han aislado hongos del orden Entomophthorales a partir de lesiones gastroentáricas micóticas. Se ha asociado a Basidiobolus ranarum (orden Entomophthorales) con infección granulomatosa subcutánea en el hombre.

El orden Mucorales comprende a los gáneros Absidia, Mucorales comprende a los gáneros Absidia, Mucor, Rhizopus, Cunninghamella y Rhizomucor. Se han aislado Mucor sp. y Rhizopus arrhizus de varias especies de reptiles con neumonía. La infección en el hombre comienza generalmente en la mucosa nasal y senos paranasales, diseminándose posteriormente a ojo, meninges y cerebro. Existen otras rutas de diseminación como son la vía pulmonar, digestiva o percutánea si la infección es a consecuencia de heridas o quemaduras.

A pesar de que no existen descripciones hasta la fecha de una zoonosis directa a partir de reptiles, la presencia de estos microorganismos como flora intestinal de los mismos hacen patente el riesgo de contraer la infección, sobre todo por parte de personas con el sistema inmune comprometido.

2.2.2.Micosis superficiales y profundas

Se han aislados muchos agentes micóticos se han aislado:
  • Aspergillus de lesiones cutáneas, pulmonares y sistemas de quelonios, lagartos, cocodrilianos y serpientes.
  • Se han cultivado Candida sp de lesiones pulmonares y hepáticas.
  • Tricosphoropm y Tricophyton sp. tambián se han aislado de reptiles.
La transmisión zoonótica de reptiles aunque posible aun no se ha documentado.

2.3- Agentes víricos

2.3.1. Alphavirus

Los reptiles pueden actuar como reservorio de la fiebre equina del oeste, familia Togaviridae. El mecanismo exacto para el mantenimiento del virus durante el invierno y la inserción en el ciclo de transmisión todavía no están claros. En un estudio en Uta, el virus ha sido aislado de 37 de 845 de serpientes de tres generos: Thamnophis, Coluber y Pithuophis capturadas a principios de la primavera. La viremia en las serpientes es cíclica con cambios en la temperatura ambiente, un aumento en la temperatura ambiente se acompaña de la reaparición de la viremia. La viremia en las serpientes fue lo suficientemente alta para infectar un gran porcentaje de los vectores Culex tarsalis a los que se les permitió alimentarse de las serpientes. La viremia tambián se hallo en la progenie de las serpientes infectadas.

En un estudio canadiense de reptiles y anfibios salvajes, las serpientes del genero Thamnophis y las ranas Rana pipiens se hallaron virámicas. Los reptiles capturados en libertad de áreas endámicas pueden estar infectados, los reptiles no deberían ser alojados en el exterior durante los picos epizoóticos en caballos en un área. Las notificaciones de salud pública generalmente hablan de precauciones para humanos, caballos y aves, pero no mencionan las colecciones de reptiles y anfibios que pueden estar alojadas en el exterior. Los veterinarios pueden necesitar contactar con los dueños de reptiles por el posible papel de los reptiles en la enfermedad y para animar a los propietarios a mantener a los reptiles dentro de casa durante los brotes epizoóticos.

2.4.- Protozoos

2.4.1. Cryptosporidium

Es una enfermedad realmente grave en las colecciones de serpientes. El agente causal es Cryptosporidium serpentis, causa una gastroenteritis de pronóstico fatal. El síntoma clásico es la deformación del cuerpo de la serpiente, el cual se abulta al nivel de la zona infectada. Actualmente los tratamientos son sólo experimentales, recomendándose el sacrificio de las serpientes afectadas y la retirada de los terrarios donde estaban, así como el análisis y el diagnostico de los animales que vivían con el afectado, aunque no presenten síntoma alguno. En el hombre el Cryptosporidium serpentis tambián puede ser causante de diarreas y procesos entáricos. Los casos descritos en humanos se limitan a la población immunodeprimida, como ancianos, niños, enfermos de SIDA, etc. Aunque esta patología se ha descrito tambián en los saurios, la enfermedad causa verdaderos estragos en las colecciones de serpientes. El tratamiento experimental consiste en la aplicación de espiramicina o paromicina.

2.5- Pentastomiasis

Los pentastómidos son más bien artrópodos primitivos que viven exclusivamente como endoparásitos en el pulmón. La enfermedad se caracteriza por presencia de lesiones pulmonares debidas al daño tisular causado por los parásitos en su zona de fijación al pulmón, que suelen ser exacerbadas por patógenos oportunistas.

Los gáneros más comunes descritos en serpientes son Raillietiella, Kiricephalus y Armillifer. Los parásitos adultos liberan huevos larvados que tras ser deglutidos son eliminados por heces. Los huevos son ingeridos por un hospedador intermediario, frecuentemente roedores, donde se desarrolla una fase larvaria a su vez infectante para la serpiente que actúa como hospedador definitivo. El hombre y otros mamíferos pueden actuar como hospedadores intermediarios accidentales.

El hombre puede contraer la infección manipulando serpientes infectadas y llevándose posteriormente la mano a la boca, así como bebiendo agua o comiendo alimentos contaminados con huevos eliminados por heces o saliva de la serpiente.

2.6- Sparganosis

Se trata de parásitos cuyas formas adultas realizan migraciones tisulares que llegan a afectar al sistema nervioso. En el hombre se han visto casos de gusanos de este tipo (hasta de tres centímetros) alojados en el cerebro. Las causas de la transmisión están casi siempre vinculadas no a la manipulación, sino a la ingestión de reptiles: por lo que no se debe considerar un riesgo para los propietarios de reptiles. Se ha visto en países asiáticos, donde los soldados en practicas de supervivencia se alimentan de serpientes y lagartos portadores de la enfermedad. Tambián esta asociada a la ingestión de hígado de serpiente en países asiáticos, al que consideran una “delicatesem” además de atribuirle diferentes propiedades medicinales. Los tratamientos se realizan con antihelmínticos de amplio espectro (ACKERMANN 1998).

2.7 Artrópodos

Ciertos artrópodos, como Ophionyssus natricis, pueden parasitar ocasionalmente al hombre, produciendo lesiones papulares pruríticas en la piel. En zonas de riesgo pueden ser vectores de otras enfermedades, como Lyme o borreliosis, tularemia, encefalitis por flavivirus y leptospirosis. Deben revisarse periódicamente los reptiles en busca de ectoparásitos, eliminándolos adecuadamente para evitar la fuente de un posible contagio al hombre, ya sea por el artrópodo o secundariamente por el agente patógeno que este pueda portar.

3. Envenenamientos: mordeduras de saurios y ofidios venenosos

Aunque por definición las mordeduras de los reptiles venenosos no son zoonosis propiamente dichas son un riesgo real para el hombre por lo cual merece una breve mención aquí.

No se recomienda la tenencia de reptiles venenosos como mascotas o como parte de colecciones privadas. Si los propietarios no pueden ser disuadidos de la idea de mantener este tipo de animales, deberían tomar medidas de precaución como tener localizadas fuentes de antídoto para las especies mantenidas y contactar con los servicios locales de urgencias a los que se podría acudir en caso de producirse una mordedura. Demasiado a menudo, se produce la mordedura y la victima acude a los servicios de urgencias, el personal entonces intenta localizar a un veterinario y/o contactar con los departamentos veterinarios o de reptiles del zoológico local para encontrar el antídoto necesario. La mayor parte de los zoológicos guardan antídotos para las especies que mantienen. Sus cuidadores y su personal han sido entrenados (o al menos deberían haberlo sido) en procedimientos de urgencia y han establecido un protocolo con el hospital local. Aunque pueden intentar ayudar en una emergencia, no siempre se puede contar con que ellos tengan el antídoto necesario o para que está este accesible inmediatamente.

Los clínicos que ven reptiles venenosos necesitan tener un personal bien entrenado, no solo en el manejo de los animales, sino tambián en el protocolo de primeros auxilios y urgencias. Solo individuos muy entrenados, como el veterinario, deberían manejar el reptil y este debería ser transportado en una caja de transporte que se pueda cerrar con llave. Un gancho de manejo de serpientes o unas pinzas de manejo de mango largo son útiles; un tubo acrílico transparente sellado en uno de los extremos y que puede ser usado para sujeción y anestesia gaseosa, es una pieza necesaria en el equipo.

La mayor parte de los casos de mordeduras de lagartos o serpientes venenosos en USA, ocurren en el exterior en el entorno del reptil salvaje, sin embargo un cierto número ocurre cuando la gente intenta capturar o mantener el reptil capturado en libertad como una mascota. Solo dos lagartos en el mundo son venenosos el monstruo de Gila (Heloderma suspectum) o el lagarto horrible (Heloderma horridum). Su veneno contiene hialuronidasa, fosfolipasa A y una o más calicreinas salivares. Los signos síntomas y el curso clínico son similares a los casos por mordedura del crotalo diamantino (Crotalus atrox) el dolor localizado, la hinchazón, el edema, equimosis, infangitis y linfadenopatia son las manifestaciones más comunes. La implicación sistámica puede desarrollarse con un envenenamiento a severo que incluye debilidad, sudoración, sed, salivación, cefalea y raramente colapso cardiovascular.

Es importante destacar que aunque una mordedura de serpiente venenosa debería ser tratada siempre como una urgencia medica, la inoculación de veneno no ocurre en todas las mordeduras por ejemplo de un 20 a un 30 de las mordeduras de crotálidos no contiene veneno; sino ha habido inoculación la mordedura debería ser tratada como una herida de mordedura o punzante. Si ha habido inoculación de veneno los signos, síntomas o curso clínico pueden variar considerablemente dependiendo del lugar de mordedura, especie de serpiente, el grado de inoculación, el tiempo transcurrido, la profundidad de la mordedura y el tamaño de la victima. La mayor parte de los venenos de serpientes son mezclas complejas de toxinas con diversos efectos sistámicos, los venenos contienen muchas sustancias farmacologicamente activas, incluyendo fosfolipasa A, fosfodiesterasa (exonucleasa) L-aminoácido oxidasa, enzimas proteolíticas, hialuronidasa y otras enzimas. Muchas tienen acciones intracelular–intranuclear y la acción se complica por la liberación de seretonina e histamina por los tejidos dañados de la “victima”.

El veneno de elápidos puede causar daño tisular local, necrosis, daños hematológicos sistámicos y complicaciones respiratorias y renales. Los signos y síntomas de las mordeduras de los viperidos pueden incluir edema progresivo y local, fasciculaciones musculares, hipotensión, arritmias, aumentos en la salivación y/o ganglios linfáticos aumentados de tamaño y dolorosos. Las mordeduras de elápidos pueden ser localmente dolorosas, pero la hinchazon local es mínima; los signos clínicos de dificultad respiratoria o de colapso pueden no aparecer durante varias horas, pero una vez se desarrollan estos signos progresan rápidamente.

La identificación de las serpientes es importante para el tratamiento, sin embargo hay que tener gran cuidado cuando se captura una serpiente salvaje que ha causado una mordedura. Con las serpientes en cautividad normalmente no es un problema, pero aun así puede ser difícil calcular la gravedad de la mordedura y la inoculación.

Es prudente ante cualquier mordedura de serpiente retirar el pelo y limpiar la herida para evitar una infección secundaria.

4.- Prevención de las zoonosis reptilianas

Para prevenir posibles problemas de transmisión de zoonosis reptilianas hay que tener unas cuantas consideraciones en cuenta.

Primero hay que tener en cuenta que los reptiles mantenidos como mascotas pueden ser portadores de un gran numero de agentes bacterianos, fungicos, protozoicos o parasitos que pueden potencialmente causar enfermedad en las personas. Niños, ancianos, inmunodeprimidos, y personas sometidas a tratamiento quimioterapico o con Sida, son el grupo de mayor riesgo.

Hay ciertas cosas que se deben hacer siempre que se mantengan o manejen reptiles:
  • Hay que lavarse las manos con agua caliente y jabón despuás de coger cualquier reptil, el terrario o accesorio del terrario.
  • Se deben usar guantes y mascarilla cuando se limpia el terrario.
  • Se debe desinfectar el terrario y accesorios frecuentemente
  • Supervisar a los niños cuando manejen reptiles. Y minimizar el contacto con ellos.
  • No instalar el terrario cerca de la cocina, comedor o áreas de preparación de comidas.
  • Hacer revisiones veterinarias periódicas y hacerles chequeos laboratoriales buscando organismos potencialmente zoonósicos.
  • Dar de comer a las otras mascotas (perros, gatos,...) lejos de los reptiles, su terrario y/o accesorios
Y otras cosas que no se deben hacer:
  • No usar la bañera, lavabo, fregadero o demás zonas de aseo personal o de utensilios de cocina y comida, para lavar a los reptiles o sus accesorios.
  • No besar al reptil.
  • No comer, beber o fumar mientras se maneja al reptil o se limpia el terrario o accesorios de este.
  • No ignorar los mordiscos o arañazos recibidos por el reptil; lavarlos con abundante agua caliente y jabón y desinfectar la herida. Las heridas provocadas por reptiles pueden infectarse fácilmente.
  • No mantener reptiles venenosos como mascotas.
5. Medidas de prevención tomadas por otros países

En general en todos los países “civilizados”, que son los que principalmente se mantienen a este tipo de animales como mascotas, como único requisito, a nivel sanitario, que se exige para su importación es que les acompañe un certificado veterinario oficial de que los animales están sanos. En determinadas ocasiones se puede prohibir la entrada de animales de una determinada procedencia cuando se sabe que hay un brote de alguna enfermedad que puedan portar los animales, esto no suele afectar demasiado a las importaciones de reptiles, pero si a las de mamíferos y aves, y la prohibición de importar estos animales puede hacerse de forma general y por tanto afectar a las importaciones de reptiles.

Desde hace unos meses, a nivel europeo, se exige una cuarentena en recintos homologados para las aves exóticas que se importan para venderse como mascotas. El realizar esta cuarentena y los gastos que ella conlleva corren por parte del importador; se realiza para buscar principalmente enfermedades peligrosas para el hombre (psitacosis principalmente) o enfermedades que pueden causar problemas en las granjas avícolas (enfermedad de Newcastle y Marek principalmente). Se cree que pronto saldrán normativas similares para la importación de mamíferos exóticos y reptiles importados como mascotas.

Otro tema importante es el tema de mantenimiento de reptiles venenosos, en una gran cantidad de países existe un gran vacío legal sobre este tema. Pero por ejemplo en Alemania, a consecuencia de un caso en el que a un hombre se le escapo una cobra real (Naja naja) y que causo la muerte de dos niñas, se vieron obligados a crear una serie de normativas ya que el vacío existente hasta ese momento no permitió castigar a este hombre por su responsabilidad. Desde ese momento para poder mantener reptiles venenosos en Alemania se exige que el propietario tenga una experiencia previa de al menos tres años con reptiles no venenosos, que nunca haya tenido ninguna fuga, que tenga unas instalaciones con una seguridad adecuada para los animales que vaya a mantener; a su vez se le exige haber pasado unas serie de pruebas psíquico-físicas. Además de todo esto se le realizan inspecciones sin previo aviso para comprobar que cumple con las condiciones de seguridad.

En USA, para reducir el riesgo de transmisión de Salmonella, por tortugas a niños, se prohíbe la venta de tortugas con un diámetro de caparazón menor a 15 centímetros; con esta ley se pretende evitar que los niños se metan las tortugas en la boca, con el riesgo que este acto conlleva.

6. Medidas a tomar legalmente

La primera medida que se debería tomar es regular la tenencia de reptiles venenosos, ya que la única normativa legal que hay es la ley 50/1999, de 23 de diciembre y el Real Decreto 287/2002 que hace referencia a esta. En la mencionada ley tan solo se hace referencia a los animales salvajes que se mantengan como animales domásticos y que tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas. Es decir que no hay ningún tipo de normativa explicita para este tipo de animales; sino que se engloban juntos tanto a un perro potencialmente peligroso o un león sin especificar las condiciones de seguridad en las que debe de mantenerse al animal, ni si se debe tener experiencia previa en el manejo de este tipo de animales o no.

Por otra parte esta el tema de las posibles zoonosis que pueden vehicular los reptiles. Para esto se debería realizar una normativa que exigiera cuarentenas del mismo tipo que las que están actualmente vigentes con las aves (comentadas anteriormente). No se puede exigir que los reptiles están libres de Salmonella, porque como se ha comentado al hacer referencia a ese tema, es totalmente inviable. Por el contrario lo que se debería hacer es considerar que todos los reptiles son portadores y tratarlos como tales; es decir se debería obligar a los vendedores de este tipo de animales a informar sobre los posibles riesgos y las medidas a tomar para evitarlos; así como desaconsejar su tenencia como animales de compañía para niños ya que estos están dentro del grupo de máximo riesgo.

7. Campañas de concienciación social

Este es posiblemente el punto más importante a la hora de combatir los posibles riesgos para la salud publica, provocados por la tenencia de reptiles como animales de compañía, ya que el gran desconocimiento general sobre este tipo de animales hace que no se tengan en cuenta los posibles riesgos.

La campaña de concienciación social debería empezar en las tiendas de animales de compañía, ya que en muchos casos estas tiendas han empezado a vender este tipo de animales debido a la creciente demanda que hay sobre ellos, pero que por el contrario en muchas ocasiones no se han informado lo suficiente sobre los requerimientos que el mantenimiento de estos conlleva ni mucho menos que los peligros que su manejo inadecuado puede acarrear. Por esto lo primero que se debería hacer es una campaña de información a las tiendas de animales que quieran vender este tipo de animales, es por medio charlas o cursos impartidos por veterinarios y personal cualificado en el manejo de este tipo de animales. En los que fueran informados tanto de los cuidados necesarios, al menos de las especies más comunes, y de los peligros que su manejo acarrea y como actuar para prevenirlos. El control sobre que tiendas venden reptiles se podría llevar fácilmente, si se hiciera cumplir la legislación sobre núcleos zoológicos no concediándose núcleo zoológico para reptiles a aquellas tiendas que no hubieran recibido la debida formación.

Una vez las tiendas están debidamente informadas y controladas ya se podrá empezar a contar con ellas para que desde allí se realice una labor de información hacia los propietarios. Esta información además de por el medio oral, por medio del vendedor, debería darse mediante trípticos, que se le proporcionarían gratuitamente a la tienda de animales y se le obligaría a entregar junto al animal. A la vez se debería aconsejar a los propietarios que llevasen a sus reptiles a un veterinario especializado en animales exóticos para que se le realicen los pertinentes chequeos y les aconsejara sobre los cuidados que necesita este animal.

Otro grupo de interesante para que recibieran este tipo de campañas de información, es sin duda uno de los mayores grupos de riesgo: los niños. A ellos se podría acceder mediante charlas en colegios en los que se les podría hablar tanto de los riesgos que supone manejar un reptil y como prevenirlo, como de lo que es un reptil, incluso se podrían llevar algunos reptiles a las escuelas para hacer más llamativo e interesante a los niños este tipo de charlas. A los niños tambián se podría acceder desde zoológicos, granjas escuelas y museos de la ciencia muchos de los cuales mantienen reptiles y tienen talleres para los niños.

Un grupo que parece que no este tan relacionado con este tema, reptiles, y que debería ser informado concienzudamente es el grupo de profesionales relacionados con la sanidad humana. Ya que ellos han de ser capaces de relacionar determinados procesos con la tenencia o manejo de reptiles, siendo el más común la salmonelosis, pero sin olvidar el resto. Tambián se les debería formar más concienzudamente en el tratamiento de mordeduras por reptiles venenosos e incluso realizar falsas alarmas en colaboración con el zoológico local o alguna otra colección (publica o privada) que mantenga reptiles venenosos, sobretodo si esta abierto al publico ya que aunque es poco probable siempre puede ocurrir una fuga y/o producirse un accidente.

Por último, pero no por ello menos importante, se debería hacer una pagina web que explicara perfectamente, tanto para profesionales de la sanidad, como para propietarios o personal relacionado con la venta de animales, el riesgo que supone el manejo de los reptiles y cuales son las medidas a tomar en cuenta para prevenirlos. Se debería hacer de forma detallada, por medio de gráficos e incluso con ejemplos. Esta pagina debería ser anunciada en el mayor numero posible de paginas web relacionadas con la herpetología y estar al menos en todos los idiomas oficiales de España, pero seria recomendable que tambián estuviera en ingles.

8. Evaluación final del proyecto

Este proyecto, bien llevado acabo, puede permitir que se mire a los reptiles con otros ojos. Y de esta forma se cambien algunos hábitos que como mínimo han de considerarse peligrosos y que hasta ahora se hacen de forma rutinaria, ¿cuántas tortuguitas viven en un pequeño recipiente de plástico, con una pásima higiene y peor alimentación; y están ubicadas en un rincón de la cocina. Siendo por tanto un maravillosos foco de infección de Salmonella?. Tambián se podría evitar lo que ya a ocurrido en otros países con el tema de reptiles venenosos, donde cualquier persona puede comprar un reptil venenoso sin que se le pida ningún tipo de documentación, y a precios en muchas ocasiones irrisorios. Con le agravio que supone que el libre comercio dentro de la Comunidad Europea, permite traerse a un particular cualquier animal venenoso comprado en otro país europeo. Si el proyecto se llevara a cabo no impediría que se trajeran este tipo de animales a España, pero si estaría regulada su tenencia y se podrían poner medidas para prevenir posibles accidentes y tratarlos en caso de que ocurrieran.

Por todo esto considero que seria muy importante llevar acabo este proyecto, ya que el gran desconocimiento de los posibles riesgos que conlleva el manejo de reptiles, provoca que actualmente en España se puedan dar potencialmente un gran numero de problemas zoonósicos, debido al mal manejo que reciben los reptiles por parte de sus propietarios, al que se consideren los reptiles animales perfectos para regalar a los niños y al excesivo cariño que sienten algunos dueños por sus animales lo que provoca que den besos a sus reptiles con el gran riesgo que esto conlleva.

9.- Bibliografía
  • Reptile Medicine and Surgery. Mader. Ed.W.B. Saunders Company. 1996. Pags. 20-33.
  • ARGOS N º 27 abril 2001. Reptiles Y Zoonosis. Ayose Torrent; Javier Sicilia; Jorge Oros. Pags 46-48.
  • Reptilia N º 28 abril 2001. Higiene y prevención de zoonosis entre reptiles y humanos. A. Martínez Silvestre; J Soler; D. Medina. Pags 10-14.
  • Reptile Care an atlas of diseases and treataments. Fredric L. Frye, D.V.M., M.S. Fellow, Royal Society Of Medicine. Vol I. T.F.H. 1991. Pags 101-149, 281-313
  • Curso de Manejo, Patología y Clínica de Animales Exóticos: León del 14 al 24 de octubre 1998 facultad de veterinaria. Organiza AVAFES-León. Zoonosis transmisibles por animales exóticos. Pilar González-Iglesias
10.- Paginas web interesantes
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una excelente información, en su día decidí tener tortugas y asegurarme de cuidarlas y mantenerlas bien , esta información te ayuda bastante a proteger riesgos... gran ayuda.
Gran ayuda
Me parece una informacion a lapar de util, vital para todos aquellos que mantenemos reptiles.
Solo tenia conocimiento de la Salmonelosis muy instructivo,gracias.
Excelente trabajo, escrito en el tono necesario: muy científico, pero a la vez en un lenguaje que podemos entender quienes no somos veterinarios.
Muy útil, muy práctico. No deberíamos responsabilizarnos de ningún animal sin informarnos previamente de cómo cuidarle y cómo cuidarnos.
Muchísimas gracias por tu inestimable aportación y ojalá pueda difundirse mucho más.
He conseguido leermelo sin que me explote la cabeza jaja muy buen trabajo!
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