Aitortxu
Well-Known Member
Hola,
Quiero compartir algunas consideraciones generales sobre el comportamiento de las Megophrys nasuta en base a mi experiencia con estas fantásticas ranas.
En primer lugar, son bastante más activas de lo que la gente piensa, pero principalmente de noche, cuando recorren el acuaterrario y saltan de un tubo de corcho a otro. Asimismo, les encanta darse largos baños, por lo que yo recomiendo para su mantenimiento un acuaterrario. Es más, uno de los machos ha establecido su escondite en un tubo de corcho parcialmente sumergido con una piedra dentro, que sujeta el corcho para que no flote y también sobresale del agua. La hembra suele tirarse un buen rato encima de este tubo de corcho por las noches, parece que vigila su 'laguna'.
Los machos son muy territoriales, en el sentido de que siempre vuelven a los mismos escondites después de darse sus paseos nocturnos (y alguno diurno). Son también muchísimo más tímidos que la hembra. Ésta suele estar a plena vista tanto de noche como de día. Algo que se nota mucho en la alimentación. Si a la hembra le pones una lombriz delante estando al descubierto y te quedas mirándola, no se corta. En cambio, los machos se suelen escapar. Además, si la hembra está en el tubo de corcho y le echas una lombriz fuera, sale de su escondite (aunque esté lejos, la detecta y va rápidamente hacia ella) y se la come. A los machos hay que echarles las lombrices delante de su escondite, apartarse y esperar (si la hembra está cerca se las roba) hasta ver que de repente desaparecen dentro y escuchar el sonido que hacen las ranas al engullirlas. Tenía cuatro machos, pero uno murió porque no había manera de que comiese. Los tres que me quedan, aunque tímidos, ya están aclimatados y no dan problemas. Los machos cantan ocasionalmente (tampoco es algo continuo) y son unos salidos, he tenido numerosos amplexos, incluso tiempo después de pasarlos de la cámara de lluvias al acuaterrario habitual. No ha habido indicio alguno de canibalismo, ni siquiera cuando han pasado días sin comer, tanto en la antigua hembra adulta (comía bien y no tenía signos de enfermedad, creo que murió de vieja) como en la actual.
Son unos animales maravillosos, pero creo que, a diferencia de los Ceratophrys, necesitan un acuaterrario más complejo que la típica caja de plástico para poder disfrutarlos y observar un comportamiento más natural.
Quiero compartir algunas consideraciones generales sobre el comportamiento de las Megophrys nasuta en base a mi experiencia con estas fantásticas ranas.
En primer lugar, son bastante más activas de lo que la gente piensa, pero principalmente de noche, cuando recorren el acuaterrario y saltan de un tubo de corcho a otro. Asimismo, les encanta darse largos baños, por lo que yo recomiendo para su mantenimiento un acuaterrario. Es más, uno de los machos ha establecido su escondite en un tubo de corcho parcialmente sumergido con una piedra dentro, que sujeta el corcho para que no flote y también sobresale del agua. La hembra suele tirarse un buen rato encima de este tubo de corcho por las noches, parece que vigila su 'laguna'.
Los machos son muy territoriales, en el sentido de que siempre vuelven a los mismos escondites después de darse sus paseos nocturnos (y alguno diurno). Son también muchísimo más tímidos que la hembra. Ésta suele estar a plena vista tanto de noche como de día. Algo que se nota mucho en la alimentación. Si a la hembra le pones una lombriz delante estando al descubierto y te quedas mirándola, no se corta. En cambio, los machos se suelen escapar. Además, si la hembra está en el tubo de corcho y le echas una lombriz fuera, sale de su escondite (aunque esté lejos, la detecta y va rápidamente hacia ella) y se la come. A los machos hay que echarles las lombrices delante de su escondite, apartarse y esperar (si la hembra está cerca se las roba) hasta ver que de repente desaparecen dentro y escuchar el sonido que hacen las ranas al engullirlas. Tenía cuatro machos, pero uno murió porque no había manera de que comiese. Los tres que me quedan, aunque tímidos, ya están aclimatados y no dan problemas. Los machos cantan ocasionalmente (tampoco es algo continuo) y son unos salidos, he tenido numerosos amplexos, incluso tiempo después de pasarlos de la cámara de lluvias al acuaterrario habitual. No ha habido indicio alguno de canibalismo, ni siquiera cuando han pasado días sin comer, tanto en la antigua hembra adulta (comía bien y no tenía signos de enfermedad, creo que murió de vieja) como en la actual.
Son unos animales maravillosos, pero creo que, a diferencia de los Ceratophrys, necesitan un acuaterrario más complejo que la típica caja de plástico para poder disfrutarlos y observar un comportamiento más natural.
