Vaya por delante que no tengo ningún interés especial en que se haga una feria en Valencia, en Barcelona, Madrid o que no se hagan.
Dada la actual ley española se desvirtúa el significado que tenían las primeras bolsas de reptiles, que era que los aficionados pusieran en circulación su excedente de cría. Lejos de eso, es una reunión de tiendas o profesionales del ramo que exponen sus animales o material en un mismo recinto, con lo que al final de la historia siempre van los mismos. Algo que no me parece mal, en absoluto, pero no deja de ser como el mercado de la plaça Redona que hacían en Valencia hace 20 años. Creo que los bichos más raros imaginables los vi allí antes de que entrara en vigor el CITES.
Se están realizando del orden de 10 ferias al año entre pitos y flautas, que al final, no lo olvidemos, organizan empresas para ganar dinero, pudiendo haber un poso más o menos romántico en el fondo. Queda aparte Terrasur, que la organiza una asociación terrariófila, intentando seguir el espíritu de las primeras bolsas de reptiles que comentaba antes. Pero no deja de ser una entelequia a fecha de hoy, dada la ley de núcleos zoológicos que tenemos en España y en exclusiva mundial. Esas empresas compiten en un mercado muy reducido, y ofrecen valores añadidos para posicionarse, lógicamente. Una de ellas tiene una marca asentada, se ha convertido en una franquicia reconocible y la gente sabe a lo que va. Otra está intentando posicionarse, y por ello ofrece valor añadido a la feria.
Quien entiende algo de marketing sabe de la importancia de una marca, y la inercia que puede llegar a arrastrar. Y ahí quiero llegar con esta argumentación. Hubo un Exotic Forum en Madrid, con una asistencia desastrosa pese a que objetivamente había más actividades paralelas que en cualquier Expoterraria reciente. Por lo que la ubicación en Valencia no es un argumento. El Hotel Auditorium es bueno para hacer la gala de los Goya, no veo por qué iba a ser más incómodo para Exotic Forum. Como Exotic Forum fue un desatre en Madrid, que no se repitan ferias en Madrid. No nos engañemos, fue un problema de marca.
Otro factor que no ayuda mucho, al que aludía antes, es el gran número de ferias que se hacen, concentrando la marca líder la mayoría. De cajón no deben salir todas igual de bien para el organizador, pero es lo que está posicionando la marca cara al aficionado. El problema es que los expositores no pueden seguir el juego. Si yo tengo una empresa y pongo dos mesas sin electricidad y viajo desde Valencia a Barcelona, por ejemplo, y me llevo un empleado al que debo pagar horas extras de domingo, ¿cuánto dinero debo de ganar? 88 de las mesas, 70 de gasoil de la furgoneta, 60 de peajes, 60 del empleado, más comidas y hotel si viajo la noche se antes. Yo veo más cámaras de fotos que billetes en las mesas. Con lo cual los expositores cada vez están seleccionado más a que eventos acuden.
Pero aquí tengo para todos. En Valencia estuvo Bill Love dando una charla sobre fotografía, venido expresamente desde Estados Unidos. Una razón para que muchos que se dicen aficionados hubiesen acudido a la feria desde cualquier punto de España. Pero al final siempre se escucha lo mismo... "no si yo fui a la feria a ver a los colegas y no compré nada, y fue una mierda porque no había ningún Bichus pastossisimus para fotografiar".
En fin, todo esto espero que se cure con el tiempo. Como siempre recordaros que apoyar la afición es hacerla con otros aficionados, una manera como cualquier otra es forear. Y mi agradecimiento a las dos empresas que montan eventos que siempre ofrecen mesas gratis a las asociaciones. Esas entidades que siguen ahí, pese a todo.
Un saludo.