buenas e visto esto de iguania espero quete sirva Gecko gigante de Nueva Caledonia (Rhacodactylus leachianus)
Guía rápida
· Nombre científico: Rhacodactylus Leachianus.
· Nombre común: Gecko gigante de Nueva Caledonia.
· Distribución: Nueva Caledonia.
· Temperatura: 24ºC - 27ºC por la mañana y 15º - 18ºC por la noche.
· Iluminación: Es aconsejable proporcionar una fuente de radiación UVB aproximadamente del 2.0
· Humedad: 70%.
· Dimensiones de terrario recomendadas: 80 x 45 x 45.
· Alimentación: Basada en insectos (grillos, blápticas, langostas…) y en potitos de frutas tropicales que no contengan cítricos.
· Dimensiones máximas del animal: 30 - 50 cm.
· Temperamento frente a sus congéneres: Agresivos.
· Temperamento frente al ser humano: Pasivo - agresivo.
· Dimorfismo sexual: Los poros preanales que presenta el macho en la zona de la cloaca..
· Dificultad de mantenimiento: Media.
· Dificultad de reproducción: Media.
· Madurez Sexual: 3 a 5 años.
· Número de huevos por puesta: 2.
· Período de incubación: 60 días (27,5º - 28ºC).
· Número de puestas al año: 1.
Introducción
Para los amantes de los reptiles, en especial de los geckónidos, hay una especie que destaca por su espectacularidad: el Rhacodactylus leachianus.
Acostumbrados como estamos la mayoría de los aficionados a mantener geckos leopardo, crestados, tokays y unas pocas más especies, el cada vez más habitual mantenimiento de este pequeño gigante es todo un soplo de aire fresco.
No obstante, a día de hoy sigue siendo una especie tan apreciada como escasa en cautividad, por lo que suele haber un gran desconocimiento sobre sus características y su mantenimiento.
Con este artículo esperamos que quede despejado al menos parte de ese desconocimiento, y que entre el sueño de poseer una de estas joyas tan solo quede el escollo (ya de por si notable) de su precio, pero nunca más la falta de información.
Características morfolóficas
Actualmente podemos definir a los Rhacodactylus leachianus como el gecko viviente más grande del mundo.
Hasta tiempos recientes han existido especies aún más grandes, como el Phelsuma gigas o el Hoplodactylus delcourti pero ambas especies se extinguieron, directa o indirectamente por la acción humana.
El Leachianus es un gecko corpulento, pesado, con una gran cabeza y una cola relativamente pequeña, de la que el animal puede desprenderse en caso de amenaza.
Al igual que en otras especies de geckos, la cola perdida vuelve a regenerarse, aunque sin la vistosidad de la original.
La principal característica que diferencia a los machos y las hembras son los poros preanales que presenta el macho en la zona de la cloaca.
Cabe destacar que los Leachianus tienen fama de ser muy complicados de sexar, especialmente cuando son jóvenes.
Presentan un color gris, verde o pardo y con un moteado críptico, aunque existen distintas fases de color según la isla de procedencia del ejemplar, variando desde unas tonalidades claras y amarillentas hasta tonos prácticamente negros, manteniendo siempre un aspecto musgoso que le ayuda a camuflarse en los árboles que habita.
Otro de los aspectos que llaman más la atención de su morfología es la distensión de su piel, que le proporciona un aspecto rechoncho y arrugado, acentuándose así su mimetismo con el entorno.
El tamaño de esta especie suele rondar los 35 - 40 cm desde el hocico hasta la punta de la cola, aunque los ejemplares más grandes pueden llegar a medir 50 cm y pesar unos increíbles 300 gramos.
Al igual que otras especies arborícolas como sus parientes los Rhacodactylus cilliatus, los Leachianus presentan en sus extremidades Lamellae, unas láminas subdigitales que presentan en sus dedos, y que les convierte en unos hábiles escaladores.
Descripción de las subespecies
Actualmente, se considera que esta especie se encuentra dividida en dos subespecies:
· Leachianus leachianus
· Leachianus henkelli
*En ocasiones se nombra una tercera subespecie, el Leachianus ambrianus, pero ésta es una nominación inválida, puesto que se realizó en 1887 a partir de un solo espécimen que terminó perdiéndose, por lo que de momento es imposible afirmar su existencia.
Así pues, las diferencias entre ambas especies residen básicamente en el tamaño, siendo el Leachianus leachianus ligeramente más grande que el Leachianus henkelli, así como en su procedencia, ya que los L. leachianus pertenecen a la isla más grande de Nueva Caledonia, mientras que los L. henkelli pertenecen a otras islas menores.
También se destaca el hecho de que los Henkelly acostumbran a incluir más fruta en su dieta que los Leachianus leachianus, aunque en realidad ambas subespecies pueden alimentarse con una dieta idéntica.
Distribución geográfica
El gecko gigante de Nueva Caledonia procede, como indica su nombre, de Nueva Caledonia, un país formado por un archipiélago situado 1530 kilómetros al este de Australia.
En la isla más grande, Grande Terre es donde podemos encontrar a la subespecie Leachianus leachianus, a la que pertenecen los ejemplares más grandes.
En las islas más pequeñas como la Isla de los Pinos, las Islas Chesterfield, Bellona, o las Islas de la Lealtad, podemos encontrar ejemplares ligeramente más pequeños pertenecientes a la subespecie Henkelli.
El ecosistema predominante en estas islas es el bosque lluvioso, favorecido por el clima tropical y las frecuentes lluvias que se dan en el archipiélago.
Estos bosques poseen árboles de gran altura, y es en ellos donde le gusta habitar a los geckos gigantes.
Comportamiento
Este gigante presenta un carácter tranquilo, dedicando la mayor parte del día a dormir en oquedades y grietas de los altos árboles donde habita.
Al llegar el crepúsculo o la noche, es cuando comienza a presentar su mayor actividad, abandonando sus guaridas para explorar su alrededor en busca de alimento.
Su alimentación esta basada en insectos, fruta, flores e incluso algún saurio de pequeño tamaño.
Son animales muy territoriales, especialmente los machos, que nunca tolerarán la presencia de otro macho en su territorio, pudiendo llegar a matarse en sus peleas.
Es frecuente que estos animales emitan una especie de gruñidos cuando están activos, probablemente con el objetivo de marcar el territorio y buscar pareja, así como mostrar cuándo se sienten irritados o asustados. Estos gruñidos son los responsables de que se les conozca entre los nativos de Nueva Caledonia como “el diablo de los árboles”.
Mantenimiento en cautividad
El mantenimiento en cautividad de estos saurios, pese a no ser para principiantes es relativamente sencillo, pareciéndose mucho al de otros Rhacodactyllus.
Lo primero en lo que hemos de preocuparnos, es en proporcionar a nuestro Leachianus un terrario que se acomode a sus necesidades.
Dadas sus costumbres arborícolas, un terrario con mucha superficie vertical es indispensable para el mantenimiento de estos reptiles. Así pues, las medidas mínimas para un solo ejemplar serían 80cm de alto, 45 largo y 45 de ancho, teniendo que aumentar estas medidas a 120 x 60 x 60 si vamos a tener una pareja, ya que debido a su territorialidad podrían darse agresiones si no dispusieran del espacio suficiente.
Para aprovechar toda esta superficie vertical, hemos de colocar diversos troncos y ramas para que los geckos puedan trepar a su gusto, así como diversos escondrijos para que puedan guarecerse. La colocación de plantas naturales como el Photos, o el Ficus Benjamina nos ayudará a proporcionar un aspecto más natural al terrario, a la vez que también servirán para mantener la humedad del recinto.
Asímismo, también podemos optar por la colocación de plantas artificiales, que si bien no favorecen un aspecto tan salvaje, cuentan con la ventaja de ser fáciles de limpiar y no necesitar mantenimiento.
Son animales muy territoriales, especialmente los machos, que nunca tolerarán la presencia de otro macho en su territorio, pudiendo llegar a matarse en sus peleas.
Substrato
Dado el carácter arborícola de esta especie, en contadas ocasiones bajará a tierra.
Como sustrato podemos proporcionarle una capa de fibra de coco o turba, nunca ningún tipo de arena o grava.
Otra opción mas higiénica y segura es el papel de cocina, que además no afectará tanto a la estética como en los terrarios de especies terrestres, ya que la vistosidad del terrario residirá en su parte alta.
Alimentación
Esta especie tiene por costumbre alimentarse de diversas frutas, insectos y algún pequeño reptil.
Cuando están mantenidos en cautividad, podemos proporcionarle una alimentación basada en insectos (grillos, blápticas, langostas…) y en potitos de frutas tropicales que no contengan cítricos. También se les puede ofrecer frutas troceadas (manzana, melocotón, plátano, papaya...) y ocasionalmente miel, como golosina.
Aún más ocasionalmente podemos alimentarle con algún pinky, pero de manera excepcional ya que un exceso de este alimento puede producirle trastornos digestivos debido a su ácido úrico, además de obesidad.
Ha de cuidarse el aporte cálcico y vitamínico, espolvoreando calcio en las presas o los potitos aproximadamente la mitad de veces que le demos de comer. Con las vitaminas realizaremos el mismo procedimiento pero con menor frecuencia, aproximadamente una vez por semana.
Para que pueda hidratarse correctamente, podemos colocar un bebedero a media altura, que pueda engancharse fácilmente a alguna rama o a los laterales del terrario.
El agua debe estar siempre limpia, por lo que se le renovará frecuentemente (cada uno o dos días).Otro método correcto para proporcionarle agua es pulverizar agua sobre ramas y troncos, de los que beberá el Leachianus si lo considera necesario.
Temperatura, humedad e iluminación
El archipiélago de Nueva Caledonia es un auténtico paraíso climático, por lo que mantener una temperatura suave es de vital importancia para la salud de estos reptiles.
Temperaturas de un intervalo que se encuentre entre los 24ºC y los 27ºC por la mañana y entre 15º y 18ºC por la noche, son las ideales para un buen mantenimiento de estos geckos.
Para ayudar al animal a asolearse cuando considere oportuno, colocaremos un foco de 40W a unos 20 cm de distancia de un punto donde pueda colocarse para descansar.
Temperaturas inferiores, y sobre todo mayores a las citadas causarán al Leachianus un peligroso estrés, que repercutirá directamente en su salud y su calidad de vida.
Otro factor a cuidar es la humedad. Una humedad del 70% es perfecta para estos animales. Pulverizando por las noches cuando el gecko comience su actividad puede ser suficiente para mantener este grado de humedad. Como hemos comentado anteriormente, las plantas naturales son una gran ayuda para mantener una humedad óptima.
Al igual que en otros reptiles de hábitos nocturnos, la aportación de radiación UVB no es tan necesaria para su metabolismo como en los reptiles diurnos.
Aún así es aconsejable proporcionar una fuente de radiación UVB aproximadamente del 2.0, también a unos 20 cm de donde pueda situarse el gecko.
Reproducción
La reproducción de los Leachianus es algo más complicada que la de otros parientes suyos, aunque se realiza bajo parámetros similares.
Una característica que marca una pequeña diferencia frente a otros geckos es su lenta maduración sexual ya que, mientras que otros geckonidos son sexualmente maduros con un año de edad, los Rhacodactylus Leachianus han de esperar entre 3 y 5 años para poder reproducirse.
Hemos de señalar que numerosos criadores destacan la necesidad de someter a los Leachianus a un periodo de enfriamiento a unos 16ºC para fomentar su reproducción. Este enfriamiento ha de ser paulatino, y debe comenzar durante los meses de octubre-noviembre y finalizar en los meses de marzo-abril.
Unos días después de haber regresado progresivamente a las temperaturas normales, el macho comenzará a perseguir a la hembra.
El cortejo es muy similar al de otras especies:
El macho acosa a la hembra con pequeños mordiscos y se coloca sobre ella sujetándola fuertemente por la nuca con las mandíbulas durante el tiempo en el que dura la cópula.
Este “ritual” es bastante habitual durante la época reproductiva.
Unas 5 - 7 semanas más tarde de la fecundación la hembra enterrará en un recipiente con vermiculita previamente colocado en el terrario, un par de huevos que mantendremos en vermiculita o perlita humedecida.
La temperatura de incubación ideal ha de rondar entre los 25º y los 28ºC.
A una temperatura de incubación de 27,5º - 28ºC, los huevos eclosionarán en torno a 60 días después de la puesta. Con temperaturas algo inferiores, el periodo de incubación puede alargarse hasta los 90 días. Hemos de alertar que, si bien ninguna temperatura que exceda los parámetros correctos de incubación es buena, los huevos de esta especie toleran mucho mejor las temperaturas ligeramente inferiores que las ligeramente superiores, en las que se da una mayor mortalidad de los embriones.
Enfermedades
EMO
La Enfermedad Metabólica Ósea es, desgraciadamente, una de las enfermedades más comunes en los reptiles mantenidos en cautividad.
Se produce por una deficiente asimilación del calcio, debido a un déficit bien del mísmo, o de la vitamina D3.
Los síntomas que presenta esta grave enfermedad es parálisis en las extremidades o en la cola, dificultad para trepar y desplazarse, mandíbula distendida, bultos producidos por la deformación de los huesos, letargo…
En los casos incipientes de esta enfermedad puede solucionarse el problema aumentando la dosis diaria de calcio y vitamina D3, espolvoreando de ambas sustancias la comida diaria del gecko, o dándole de comer la comida triturada con dicho aporte en caso de que el animal no pudiera comer por sí mismo.
En las hembras en plena época de reproducción tenemos que poner especial cuidado tanto en su alimentación como en su aporte vitamínico y cálcico, ya que sufren un gran desgaste.
En los casos más graves y avanzados, es absolutamente imprescindible la visita al veterinario, ya que el riesgo de muerte o deformidades crónicas es realmente serio.
Parásitos
Con los reptiles mantenidos en cautividad, sobre todo si son capturados, existe un riesgo real de que estén infectados de parásitos.
Los parásitos externos suelen ser fáciles de localizar y neutralizar, administrando los antiparasitarios correspondientes (siempre indicados por un veterinario).
Los parásitos internos pueden acarrear problemas más graves.
Una severa infección de parásitos internos puede impedir a nuestra mascota alimentarse correctamente, por lo que la salud en general del animal infectado decae, pudiendo llegar, en los casos más graves, a morir por inanición.
Para evitar cualquier complicación por parásitos, siempre hemos de intentar adquirir animales nacidos en cautividad, y una vez los tengamos, hacerles pasar por una revisión veterinaria completa, con análisis de las heces y desparasitación incluidos.
Quemaduras
Si tenemos el spot o la lámpara de rayos UVB desprotegida y al alcance de esta especie trepadora, pueden llegar a producirse graves quemaduras al entrar en contacto con ambas fuentes de calor.
El remedio más importante es la prevención, por lo que siempre ha de procurarse que los spots y las lámparas de rayos UVB sean totalmente inaccesibles para los geckos.
En el caso de que se acabe produciendo alguna quemadura, podemos tratarla en una primera instancia con betadine diluido en agua y con pomadas especiales para quemaduras.
No obstante, lo más prudente es llevar a nuestro animal lo más urgentemente posible al veterinario para que determine el tratamiento a seguir.
Retención de muda
Para evitar que se produzcan problemas relacionados con la retención de muda hemos de procurar que en el terrario haya una buena cantidad de superficies rugosas con las que el gecko pueda frotarse para poder desprenderse de la piel muerta.
En ocasiones, algunos trozos de piel se quedarán adheridos al animal sin que éste pueda quitárselos. Es muy importante vigilar que no queden retenidas las mudas, ya que pueden originar serios problemas, como la pérdida de algún dedo por falta de circulación. Si observamos muda retenida, la primera medida que hemos de tomar es humedecer la zona afectada, para que el gecko pueda desprenderse mucho más fácilmente de ella.
Ceguera
Algunos criadores señalan que en ejemplares de Leachianus sobrealimentados puede producirse ceguera debido a una anormal acumulación de lípidos en los ojos de los ejemplares afectados, por lo que tenemos una razón extra para cuidar la alimentación de esta especie.
Problemas respiratorios
Si observamos que algún ejemplar presenta problemas para respirar, respira con la boca abierta, etc, puede deberse bien a un exceso de humedad, que tendríamos que regular inmediatamente, o bien a algún tipo de infección, por lo que deberíamos llevar inmediatamente al veterinario al ejemplar afectado.
Heridas
Ante heridas de poca importancia que hayan podido producirse de diversas maneras, podemos aplicar con un algodón betadine diluido en agua, hasta que la herida sane correctamente. Si por el contrario las heridas son más serias, se debe acudir a l veterinario inmediatamente, antes de que pueda producirse una grave infección.
Texto por: Pablo García, Endymion