Creo que a veces el personal teme en exceso a los bocados de nuestras amigas, y ese exceso de prevención a veces puede resultar incómodo para el aficionado, y peligroso en caso de una mala reacción ante una mordedura real.
Por supuesto me refiero a especies de un tamaño pequeño o mediano, tampoco se trata ahora de quitarle importancia a un besote de una reticulada o alguna prima de su talla, no es eso. Pero pienso que cuando uno ha recibido más de un bocado de bichejas como las Morelias, las hortulanus, una Python de talla inferior a 2m., etc..., pues como que el asunto se llega a considerar de poca trascendencia. En realidad mi experiencia personal en bocados no es ni mucha ni poca, sino la justa para saber a que saben, y para no temerlos en exceso, esto es, tampoco soy tonto y le voy a poner la mano a mis hortus cuando tienen el cuello en "S" y me miran con cariño, pero no me obsesiono con las precauciones para manipularlas, respecto a manos y brazos me refiero, que en cuanto a la distancia a mi cara nunca bajo la guardia con ninguna. Cuando se han probado sus dientes en varias ocasiones, se aprende que generalmente no hacen más que pequeños agujeros que sangran lo justo, nada más, siempre que se mantenga la calma y no se tire de forma brusca, porque en ese caso se pueden producir desgarros y terminar con algún colmillo hincado en la mano.
Pues eso, tampoco digo que sea algo a probar por todo el mundo, pero insisto en que cuando se sabe realmente lo que supone (que lo pruebe el que sienta curiosidad, je,je), se les tema mucho menos y se disfruta más de su contacto.
Es mi personal opinión, sin ánimo de polemizar, aquel que piense que lo expuesto por mí suena a irresponsable o inconveniente, pues nada, con todo mi respeto que se compre un par de ganchos para serpientes bien largos, y que retire sus manos a tiempo.
Saludos,