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Hola,

por circunstancias que no viene al caso contar, en noviembre del año pasado llegó a mis manos un macho de pogona de dos meses de edad que había estado muy mal cuidado y pesaba tan solo 7 gramos. Lo adopté sobre la marcha.

A la semana, y de nuevo sin buscarlo, se incorporaron a la familia otras dos pogonas de la misma edad, una hembra hermana del que ya tenía y otro macho.

Desde el primer momento las he tenido a las tres en el mismo terrario y jamás ha habido el más mínimo problema entre ellas.

Hace una semana, las cambié a un nuevo terrario  adecuado al tamaño que tienen ahora, y a la media hora empezaron los dos machos a mostrar signos de dominancia-sumisión: cabeceos, barbas negras, círculos con las patas delanteras, carreras hacia el comedero...

Así estuvieron los dos primeros días, incluso en un momento dado uno de los machos se subió a la hembra y le mordió el cuello en un intento de monta.

Pero las aguas han vuelto a su cauce, están tranquilos, ya no hay carreras, sólo algún cabeceo esporádico.

Sé que las pogonas deberían estar separadas, especialmente los machos, y que puedo estar corriendo ciertos riesgos con ellas. Pero por eso lo cuento aquí, por si alguien ha vivido la experiencia de mantener juntos a dos machos o como en mi caso, dos machos y una hembra.

Puede ser que no sea lo mismo unir ejemplares adultos, o meter a un  joven en el territorio de un adulto, que mantenerlos juntos desde pequeños.

Alguna experiencia que me aporte luz??


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