A ver: la cosa no es tan sencilla como "me hago la prueba de la alergia, y ya sé si lo tengo o no".
No soy médico, pero la cosa viene a ser que para desencadenarse una reacción alérgica, hacen falta al menos dos inoculaciones a lo largo del tiempo. En el caso, por ejemplo, de una picadura de abeja, cuando te pica por primera vez el veneno resulta desconocido para el organismo, que reacciona produciendo anticuerpos y preparándose para la siguiente vez que sea atacado por ese producto (el veneno de la abeja). Pero si el organismo se prepara mal, y la respuesta que "decide" usar para la siguiente vez es equivocada, muy exagerada para el tipo de agresión que es, de modo que esa misma respuesta puede poner en peligro al organismo, eso es una alergia. Y la respuesta alérgica se desencadenará la siguiente vez que se produzca el contacto con la sustancia, vamos, el veneno de la abeja.
Si te hacen unas pruebas para ver si eres alérgico al veneno de las abejas, avispas, arañas de un tipo u otro... vamos todo tipo de sustancias con las que no hayas estado en contacto antes, en la primera inoculación siempre darías negativo. Necesitarías al menos otra inoculación al cabo de un cierto tiempo para ver si eres alérgico o no. En fin, que si te ha picado ya una abeja, entonces sí que tendría sentido que te hicieses la prueba, dado que entonces sería cuando dieras positivo si lo fueras.
Se suelen hacer pruebas a los alérgenos "normales" porque estadísticamente, de ser alérgico a algo, es más probable que lo seas a eso, y además, son productos con los que podemos estar en contacto de manera relativemente habitual (vamos, que a un lapón de finlandia que se haga las pruebas de alergia, descuidad pero nunca se las van a hacer al polen del olivo, como a tí nunca te la van a hacer al pelo de reno...).
Un saludo.