Lo bueno de los jerbos es que son supercuriosos. Lo del dicho de que "la curiosidad mató al gato" debería haberse hecho con el jerbo. Yo los he dejado libres por la habitación más de una vez, y tarde o temprano vuelven a tí o salen de donde están escondidos para ver qué estás haciendo.
Una amiga los soltaba por casa y al cabo de un tiempo, volvían a entrar por la misma habitación, me parecía increíble.
Primero asegúrate de que está en esa habitación y no en otra. Luego puedes probar a sentarte en el suelo y hacer un ruido de tamborileo con los dedos sobre el suelo, como ellos hacen la alarma, así puedes llamar su atención, y por curiosidad, saldrá al cabo de un rato.
Lo malo de los jerbos libres es que no hay quien los agarre, pegan unos saltos increíbles y se te escaparán de la mano seguro. Usa un salabre de coger peces o un cazamariposas, incluso un trapo o similar.
También puedes usar una jaula con comida, o el socorrido cubo (poner un cubo con una rampa de cartón, y dentro del cubo, una torre de cartones de papel higiénico, montados sin pegar, y encima del último, a la altura del borde del cubo y pegado a la rampa, un cartón fino. En cuanto pase de la rampa al cartoncito, se derrumbará y caerá dentro del cubo. No podrá salir. Puedes guiar poniendo semillas por la rampa y alguna más en el cartón que está encima de la torre de papel higiénico.
Prueba el truco que quieras, yo son todos los que he oído para cazar estos bichos.
Un saludo!