Re: El misly,alguien lo conoce?
Un articulo publicado en el diario "EL MUNDO" el 20 de octubre de 1996
Ni zorro, ni perro, ni gato, Misly
ILDEFONSO OLMEDO
No es un gremlin, ni un osito de peluche a pilas, ni un perro, ni un gato. Este animal llegado del frío, de granjas de zorro polar en Escandinavia, el Misly, ha nacido en un laboratorio. Híbrido inclasificable «fabricado» a partir de cruces genéticos con el solitario zorro ártico, el nuevo miembro del reino animal puede llegar a tener tres pelajes diferentes: azul, blanco y rojizo.
El único ejemplar llegado a España, de los 10 que han sido comercializados en todo el mundo (Estados Unidos y Japón), ha sido adquirido al precio de unas 200.000 pesetas por un pajarero de Valencia. Con seis meses y medio de edad, el Misly, ya adulto, pesa 2,800 kilogramos, mide 60 centímetros y se levanta sobre el suelo (hasta la base del cuello) 35 centímetros. La cola ronda los treinta.
MANSO.- La mascota, de la que sus promotores españoles destacan su mansedumbre y el suave tacto de su pelo, defeca como los gatos. «Le encanta jugar y que lo tengas en brazos», dice Mariano Conde Obeso, propietario de Siconatura, la empresa barcelonesa que tiene la distribución para toda España del Misly.
Está prevista una producción mundial de mislys entre 150 y 200 ejemplares al año. En la próxima primavera, Siconatura tiene previsto distribuir aquí hasta diez ejemplares. Los precios, por lo pronto, ya se han duplicado y quienes estén interesados en el nuevo animal de compañía deberán pagar unas 400.000 pesetas por ejemplar.
Mientras, desde grupos defensores de los animales, como la Asociación para Defensa de los Animales (ADENA), ya se ha puesto el grito en el cielo. La ingeniería genética con especies salvajes para su domesticación de la noche a la mañana, advierte su portavoz, Carlos Vallecillo, puede llevarnos a lamentaciones tardías. «Además de problemas de tipo fisiológico -dijo al conocer la existencia del Misly-, posiblemente va a tener problemas de adaptación a la vida doméstica».
La domesticación de miles de años por la que han pasado los perros, los gatos, las vacas y demás animales que conviven con el hombre, dice Vallecino, es un proceso milenario que no puede sustituir en laboratorio la ingeniería genética. En la Pajarería Baltasar, de Paterna (Valencia), el único Misly español, macho, se ha adaptado sin problemas a convivir con los demás animales del negocio. Baltasar Sanz, su propietario, lo tiene como reclamo publicitario. Y da resultado a tenor de la gran expectación levantada en la ciudad.
Come lo mismo que los perros, «fundamentalmente comida enlatada húmeda». Y, como los mulos, no puede tener descendencia. O al menos eso han contado sus creadores.
PROBETA.- Para Sanz, el ser un animal probeta, nacido de la ingeniería genética, no supone ninguna tara. «La genética, que nadie se llame a engaño, es vital tanto en las granjas de animales para consumo humano como en los cultivos de vegetales y hortalizas. Hoy todo es genética», concluye.
En tanto los años dirán de la socialización de la nueva mascota, la historia y comportamientos de sus antepasados, los zorros árticos, no es ningún misterio. Son animales solitarios de preciada piel. A diferencia de los lobos, no viven en manadas.
El Misly surgió hace ahora un año a raíz de los experimentos genéticos, con cruces con otros mamíferos que no han sido desvelados, sobre zorros polares. En las granjas escandinavas se buscaba un animal que, conservando el pelaje, se alejara, también en colores, del huidizo zorro.
Y no se sabe si por caprichos de la alquimia genética o por propósito expreso de sus creadores, el Misly está condenado a morir sin descendencia. Sus padres escandinavos le estiman una vida de entre ocho y diez años a cada animal.
En un mercado donde vende lo exótico -y no hay más que asomarse a las calles de cualquier ciudad para ver las razas caninas más sorprendentes-, el Misly se las promete felices. Sus vendedores lo saben; en su rareza reside su misterio. «No se parece a ningún otro mamífero -coinciden vendedor y comprador del único ejemplar llegado a España-, su aspecto recuerda más a los ewoks o al gremlin bueno de la película de Steven Spielberg» que a lo que realmente es: el Frankenstein de las mascotas. Eso sí, en tímido. En peludo.
P.D: He leido en otros foros que el Misly era una mezcla de genes de mapache y perro junto a los del zorro artico. Un saludo.