Javier (el otro)
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Mi opinión es que, con todos mis respetos hacia la libertad de expresión, lo que han hecho los editores daneses, y ahora los franceses, son puras ganas de fastidiar, de provocar, de polemizar y de vender revistas y hacerse publicidad gratuita, a costa de lo que sea.
Hay temas extraordinariamente sensibles, como éste. Poco cuesta un poquito de autorregulación y autocontrol para que el vecino no se sienta mal. Todos los días hacemos mil ejercicios de autocontrol por no fastidiar al de al lado. Todos los días cedemos parte de nuestros derechos por no ofender, o para que otra persona se sienta a gusto: No hablamos demasiado alto, nos mostramos corteses y comprensivos con ancianos, cedemos nuestro asiento a una embarazada, cedemos el paso a otras personas, no ponemos la música demasiado alto… ¿Tanto hubiera costado en este caso tener en cuenta la sensibilidad ajena? Yo creo que no.
Semanalmente, compro una revista de humor donde hay una sección (“Dios mío”) que a menudo saca caricaturas de Mahoma. Que yo sepa, nunca han tenido problemas. Quizá es porque esta publicación sí sabe distinguir el fino humor de la chabacanería ramplona. Quizá esta publicación tiene muchas ganas de hacer reír y muy pocas ofender, provocar e insultar gratuitamente.
Hay temas extraordinariamente sensibles, como éste. Poco cuesta un poquito de autorregulación y autocontrol para que el vecino no se sienta mal. Todos los días hacemos mil ejercicios de autocontrol por no fastidiar al de al lado. Todos los días cedemos parte de nuestros derechos por no ofender, o para que otra persona se sienta a gusto: No hablamos demasiado alto, nos mostramos corteses y comprensivos con ancianos, cedemos nuestro asiento a una embarazada, cedemos el paso a otras personas, no ponemos la música demasiado alto… ¿Tanto hubiera costado en este caso tener en cuenta la sensibilidad ajena? Yo creo que no.
Semanalmente, compro una revista de humor donde hay una sección (“Dios mío”) que a menudo saca caricaturas de Mahoma. Que yo sepa, nunca han tenido problemas. Quizá es porque esta publicación sí sabe distinguir el fino humor de la chabacanería ramplona. Quizá esta publicación tiene muchas ganas de hacer reír y muy pocas ofender, provocar e insultar gratuitamente.