Txemalopez
Well-Known Member
Para los que mantenéis tortugas acuáticas, sobre todo al exterior y tras un duro invierno, vienen bien una serie de consejos a la hora de asegurar un correcto despertar.
A la hora de hibernar, las tortugas acuáticas siguen dos estrategias diferentes, y muchas veces combinadas, de tolerancia o evasión del frio. Las tácticas de evasión se basan a grosso modo en la fabricación de proteínas para evitar que se congelen los fluidos corporales de la tortuga, en el caso de la evasión, o bien proteger las células en caso de las tolerancia. Es decir, en este último caso la tortuga puede congelarse, pero protegiendo sus células de la ruptura que pueden provocar los cristales que se forman. Esto siempre ocurre cuando hibernan enterradas.
Cuando lo hacen bajo el agua, los enemigos a combatir son las anoxia (ausencia total de oxígeno) y la hipoxia (baja concentración de oxígeno). A 4ºC, el água alcanza su mayor densidad (el hielo es menos denso que el agua, por eso flota), y por tanto desciende a los niveles inferiores de charcas y estanques. Ahí, el oxígeno es más soluble y la concentración es elevada durante una larga época del año. Allí pueden sobrevivir las tortugas durante varios meses respirando por las bursae cloacae, unos órganos específicos situados en la base de la cola, ese oxígeno. Añadido esto a que las tortugas se encuentran en un estado de quiescencia, y la temperatura, al ser animales poikilotermos, hace que su ratio metabólico se encuentre reducido en lo que se conoce como una Q10 cercana a 3 el rendimiento de sus reacciones metabólicas baja a la mitad 3 veces, esto ocurre más o menos cada 10 grados de descenso).
Pero ese oxígeno no es eterno, al haber capa de hielo en muchos casos sobre el estanque, no hay intercambio de aire y el oxígeno se consume, pasando las tortugas a funcionar en modo anaeróbico. esto implica usar las grasas y azúcares como fuente de energía, dando como subproducto ácido láctico (lo que a nosotros nos provoca las agujetas). La diferencia es que ellas ese exceso lo reducen tamponando su organismo con carbonato cálcico procedente del caparazón. El otro subproducto de la reación es agua, lo cual les ayuda a mantener el balance hídrico.
Sabiendo todo esto, al llegar la primavera nuestras tortugas van a necesitar alimentos ricos en vitamina D3 y calcio, para compensar la pérdida de calcio, y azúcares y grasas para recuperar sus reservas. Así que caracoles, jibia, crias de ratón o hueso hervido ayudarán con los balances de calcio, además de mucho sol, sea la especie a la que pertenezcan. Los pescados grasos son ricos en vitamina D3, pero se puede suplementar.
Verificad bien que los animales no presenten muestras de congelación, es decir, ojos brillantes, piel con buen aspecto... si no, una visita al veterinario debería ser inmediata.
Por otro lado, tened en cuenta que en muchas de nuestras latitudes, la Q10 no llega ni siquiera a 1,5, por lo que no hay una hibernación en toda regla. En estas circunstancias, los resfriados pueden ser un buen problema. Fijaos que el animal no respire con la boca abierta, no tenga descarga de mocos y no rechace la comida.
Son cosas que cuestan muy poco de hacer y que nos pueden ahorrar muchos disgustos.
Un saludo.
A la hora de hibernar, las tortugas acuáticas siguen dos estrategias diferentes, y muchas veces combinadas, de tolerancia o evasión del frio. Las tácticas de evasión se basan a grosso modo en la fabricación de proteínas para evitar que se congelen los fluidos corporales de la tortuga, en el caso de la evasión, o bien proteger las células en caso de las tolerancia. Es decir, en este último caso la tortuga puede congelarse, pero protegiendo sus células de la ruptura que pueden provocar los cristales que se forman. Esto siempre ocurre cuando hibernan enterradas.
Cuando lo hacen bajo el agua, los enemigos a combatir son las anoxia (ausencia total de oxígeno) y la hipoxia (baja concentración de oxígeno). A 4ºC, el água alcanza su mayor densidad (el hielo es menos denso que el agua, por eso flota), y por tanto desciende a los niveles inferiores de charcas y estanques. Ahí, el oxígeno es más soluble y la concentración es elevada durante una larga época del año. Allí pueden sobrevivir las tortugas durante varios meses respirando por las bursae cloacae, unos órganos específicos situados en la base de la cola, ese oxígeno. Añadido esto a que las tortugas se encuentran en un estado de quiescencia, y la temperatura, al ser animales poikilotermos, hace que su ratio metabólico se encuentre reducido en lo que se conoce como una Q10 cercana a 3 el rendimiento de sus reacciones metabólicas baja a la mitad 3 veces, esto ocurre más o menos cada 10 grados de descenso).
Pero ese oxígeno no es eterno, al haber capa de hielo en muchos casos sobre el estanque, no hay intercambio de aire y el oxígeno se consume, pasando las tortugas a funcionar en modo anaeróbico. esto implica usar las grasas y azúcares como fuente de energía, dando como subproducto ácido láctico (lo que a nosotros nos provoca las agujetas). La diferencia es que ellas ese exceso lo reducen tamponando su organismo con carbonato cálcico procedente del caparazón. El otro subproducto de la reación es agua, lo cual les ayuda a mantener el balance hídrico.
Sabiendo todo esto, al llegar la primavera nuestras tortugas van a necesitar alimentos ricos en vitamina D3 y calcio, para compensar la pérdida de calcio, y azúcares y grasas para recuperar sus reservas. Así que caracoles, jibia, crias de ratón o hueso hervido ayudarán con los balances de calcio, además de mucho sol, sea la especie a la que pertenezcan. Los pescados grasos son ricos en vitamina D3, pero se puede suplementar.
Verificad bien que los animales no presenten muestras de congelación, es decir, ojos brillantes, piel con buen aspecto... si no, una visita al veterinario debería ser inmediata.
Por otro lado, tened en cuenta que en muchas de nuestras latitudes, la Q10 no llega ni siquiera a 1,5, por lo que no hay una hibernación en toda regla. En estas circunstancias, los resfriados pueden ser un buen problema. Fijaos que el animal no respire con la boca abierta, no tenga descarga de mocos y no rechace la comida.
Son cosas que cuestan muy poco de hacer y que nos pueden ahorrar muchos disgustos.
Un saludo.
