Nuevas fotos de mis Opheodrys aestivus. Son dos nuevas inquilinas, que llevan algo más de un mes en casa. La otra siempre está debajo del recipiente donde tengo el agua. Parece que solo sale cuando no estoy cerca. Una de estas llegó bastante mal, con una herida y con estomatitis, además de que tardó muchísimo en completar la muda. Pero con un poco de paciencia y unos pocos cuidados, que son los mismos que me indicó el veterinario para otra que llegó igual, pero mucho más pequeña (gracias Raul). Han hecho dos mudas seguidas, supongo que el motivo es que tienen la piel un poco tocada.
Parece que cuando llegan grandes, es mucho más fácil de sacarlas adelante. Estas últimas pesaban algo más de 40 gr. y las primeras, que no salieron adelante, no llegaban a los 20 gr.
Eso sí, son tan voraces que hay que comprar los grillos por kilos.
La más grande estaba a punto de mudar, unos días después de la foto tenía un verde brillante muy bonito.