Bueno, llegados a éste punto toca comentar un par de las partes más duras y una de las más bonitas del proceso...
Empezando por las duras, lo primero es la muerte de casi todas las polillas, es una pena que duren tan poco y se puedan disfrutar tan poco tiempo, pero es ley de vida
La segunda y más dura aún pero de las más interesantes es seleccionar algunos ejemplares para preservar, ésta parte es dura porque si esperamos a la muerte natural del animal las alas se encuentran en un estado deplorable, por lo que hay que recurrir de forma forzosa a eutasianar algunos ejemplares. Para hacer esto sin que sea mucho sufrimiento para ellos tenemos que usar un tupper con un papel empapado en algún producto para tal efecto. Normalmente se usa cloroformo pero yo he usado insecticida y alcohol con igual efecto. Sobre el papel se pondrá una malla sin que llegue a hacer contacto y sobre la malla se pondrán los ejemplares y se cierra el tupper. En pocos minutos habrán fallecido y se podrán colocar con un alfiler sobre corcho y papel encerado sobre las alas para sujetarlas y que se seque y preserve en la posición deseada.
El resultado final es igual (dependiendo de nuestra habilidad) que el observado en las magníficas colecciones de lepidópteros que podemos ver en los coleccionistas.
La parte bonita de todo ésto es ver cómo los cuidados ofrecidos han surtido efecto y empieza a nacer una nueva generación de orugas listas para comer como limas.
PD: como deje que nazcan todos los huevos que hay me junto con 2.000 orugas...
kg y kg de adelfa al día jaja