Mhhhh... sinceramente, Beatriz, el mundo de las colecciones es un mundo que desconozco, aunque sinceramente, no nos dejemos engañar... el número de chicas participantes en esa u otra cualquier afición no deja de ser mínimo en comparación con el de chicos con una u otra afición (aunque sea la de empaparse el Marca todos los días y conocer el día a día del deporte mundial).
Otro aspecto interesante es ese de las colecciones que cuentas: muñecas, dedales... vaya, es como esos anuncios de colecciones por fascículos que salen por la tele. ´")edales del mundo", "Barriguitas de todos los tiempos", "Los complementos de mariquita Pérez", "Construye paso a paso tu casa de muñecas, el primer fascículo, camita y orinal de regalo" siempre protagonizados por alegres treintaañeras, en comparación con "Máquinas de guerra", "Jarras de cerveza del mundo entero"... leñe, según lo estoy escribiendo me doy cuenta de que es hasta una pura caricatura en sí mismo (y me estoy escojonando yo solo).
Está claro que, socialmente, se siguen creando los típicos roles. Y en el fondo en este tipo de cosas tendemos a recordar lo que aprendimos en nuestra infancia. Y desde siempre, la chica que jugaba a guerras o se echaba sus partidos de futbito era "un chicazo". No digo nada si a un chaval le daba por jugar a las muñecas y la preocupación que le podía entrar a sus padres...
De todos modos, y esto es una cosa que va en la naturaleza de cada uno, de cada cien niños "mentalmente limpios", sin influencias de ningún tipo, a los que se les dé a elegir jugar a las guerras o a las muñecas, el 90% elegirá jugar a guerras; y el mismo experimento realizado con niñas dará un resultado de un 50% de las niñas jugando a muñecas (jugar a guerras siempre es más divertido, y por tanto, más atractivo; aunque políticamente incorrecto).
En fin, que hasta que las cosas y los roles de cada sexo dejen de estar socialmente bien o mal vistas, hasta que nadie se escandalice porque a un niño le apetezca jugar a las muñecas ni llame marimacho a una moza que se junte con los/las colegas para echarse un partidillo, no podremos intentar saber si el mundillo reptilero puede ser repugnante a la mayor parte de chicas porque sí, o bien ser un "tabú cultural" puro y duro. Y para que ocurra eso, ya tiene que llover, ya...