Respeto profundamente los argumentos de Afghanicus, pero siento discrepar en algunos puntos. Yo también estoy colaborando en un programa de eliminación de Trachemys y cría de galápagos autóctonoes en la Comunidad valenciana, en el marco de un proyecto LIFE arpobado recientemente y en el que colabora SOHEVA con la Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat Valenciana. En los humedales valencianos, la plaga de Trachemys es increíble, pero por otro lado, se han destruido irremediablemente los hábitats de Emys orbicularis y Mauremys leprosa.
En primer lugar, los autóctonos los reproducimos en función de sus áreas geográficas de procedencia, y hay animales que no podemos usar por no conocerla, por lo que se quedan en un lugar destinado a animales "multigenéticos", que se usan para educación ambiental o para posibles repoblaciones, usándolos como "candidatos exploradores" con un marcaje. La venta de autóctonos en los comercios para sustituir a las mascotas "palmerita" es inviable, perjudicial porque acabaría destruyendo la riqueza genética de las poblaciones existentes, muchas de ellas relictas, y porque supone dár pábulo a una estrategia comercial que rechazo de plano.
A mi no me parece bien prohibir la venta de ninguna clase de animal, sino prohibir ciertas estrategias comerciales, y sobre todo, trabajar duramente sobre la mentalidad de la gente. Si nos ponemos a prohibir, yo prohibiría cualquier animal que pudiese naturalizarse en España. Incluyo por supuesto perros, gatos y hurones, no solamente tortugas. No vaya a ser que algún irresponsable los suelte. Los perros salvajes forman jaurias en el campo con el tiempo, atacando al ganado y de paso dando argumentos a los enemigos del lobo. Los gatos consumen fauna autóctona de forma compulsiva, matando mucho más de lo que necesitan para sobrevivir, además de hibridarse con el gato montés. Los hurones se pueden hibridar con otros vivérridos, además de ser una presión sobre lagomorfos sobre todo, y las tortugas... pues ya lo habéis visto.
Así que el problema es, como siempre, de educación y concienciación. El microchipado de perros es obligatorio, pero la permisividad que se tiene con ellos es desconcertante. Los gatos campan a sus anchas en la ciudad y el campo. Las tortugas exóticas son vendidas a un precio ridículo a gente que desconoce totalmente lo que tiene entre manos. ¿Vamos a apañar algo a estas alturas prohibiendo?. En Almenara, por ejemplo, las tortugas son en su inmensa mayoria >F2 de Trachemys scripta elegans, tortuga que no se vende hace mucho, y el resto de especies son poco menos que testimoniales. El mal ya está hecho, no hablo de ambientes urbanos. Está a nivel de perros o gatos, es un puro problema de zoonosis.
Por supuesto que estoy de acuerdo en que se eliminen, pero también en que se adopten animales por parte de los aficionados, y los que no, pues eliminados, lo siento en el alma, pero es así.
Lo que no debería permitirse es que se vendieran las tortuguitas a precio de risa, con un equipamiento inadecuado a todas luces, como un capricho. Yo las vendería de 50 euros para arriba y diciendo de verdad lo que necesitan, de hecho, obligando a comprar lo que necesitan o demostrar que lo tienes. Anda que no cambiaría el guión. Una tortuga de florida para su correcto mantenimeiento necesita una inversión cercana a los 300 euros, muy lejos de la palmerita. Otro gallo nos cantaría, pero a las tiendas, les interesa tener un reclamo. Pues no debe ser este. En Francia, para tener ciertos animales necesitas pasar un examen de capacitación. No me parecería una mala solución.
Como siempre, la solución a la irresponsabilidad es la concienciación (empezando por los comercios), pero no la prohibición. Porque si es así, pido la prohibición de perros y gatos como mal mayor y asentado.
Un saludo.
P.d. por cierto, para los que estéis interesados: