Buf, el post se ha vuelto mareante. Tampoco voy a decir nada que no se sepa.
Homo erectus en su acepción más extendida es una especie de homínido que vivió en Asia.
Homo sapiens neanderthalensis hace mucho tiempo que pasó a ser considerado Homo neanderthalensis, una especie estrictamente europea que evolucionó en condiciones de aislamiento, y que es el homínido morfológicamente más derivado de todos y el que ha tenido un cerebro mayor.
Homo sapiens es una especie relativamente moderna, que se considera apareció hace unos 200000 años en el este de África. Somos relativamente primitivos en la configuración general de la cara, aunque tenemos rasgos que ningún otro homínido derivado tiene, como nuestra cara tan pequeña y nuestro cráneo tan grande. Por las razones que fueran competimos de forma ventajosa para nosotros con el resto de especies de homínidos y hace algo menos de 30000 años ya sólo estábamos nosotros sobre la Tierra.
El tema de la sistemática y filogenia de homínidos es complicado. Yo soy especialista en filogenia y sistemática y tengo que decir que en general la paleo humana no está a buen nivel en esas disciplinas. En general. Es complicado, mucha gente quiere aparecer como el primer 'nosequé de nosedonde' y se hacen especies de forma un poco sui generis, y generalmente la cladística brilla por su ausencia en las reconstrucciones filogenéticas. Hay muchos intereses creados porque hablamos de nosotros, no de un dinosaurio o de un rumiante.
Pero en términos generales, la historia sería que hace poco más de un millón de años hay diferentes pulsos de expansión de homínidos desde África. Como con cualquier vertebrado, las poblaciones de los extremos del pool genético se quedan aisladas y especian. Y así aparecen Homo erectus en Asia (y sus parientes) y el linaje H. heilderbergensis- H. neanderthalensis en Europa. En determinado momento, nuestra propia especie aparece en el Este de África (estamos emparentados con formas tipo H. ergaster), y se expande. Se produce probablemente un fenómeno de exclusión competitiva a escala global, y el resto de especies van desapareciendo, quedando sólo nosotros. Esto dicho así es muy simplificado, pero más o menos es lo que se sabe.
De nuestra especie se sabe que somos homogéneos genéticamente, lo que puede estar indicando un origen a partir de un efecto fundador, o cuello de botella. Algunas poblaciones humanas, como los famosos aborígenes australianos, retienen caracteres en estado primitivo, como la frente inclinada o presencia de torus supraorbitario. Pero como cualquier filogenético sabe, el estado primitivo de un carácter (o plesiomorfía) no sirve para reconstruir relaciones de parentesco. No es tan raro, y la prueba está en que estos señores no son diferentes genéticamente de nosotros ni para ser considerados subespecies, o al menos es lo que se ha publicado hasta ahora. Ni son híbridos con erectus ni son nada, sólo humanos modernos que retienen caracteres morfológicos en estado plesiomórfico.