Interesada en ir... ya se me tendrían que torcer mucho las cosas para no.
Por decir también un mes mas clásico de vacaciones, pues septiembre, y un poco por que también para noviembre u octubre normalmente ya andan los nidos de los agapornis cargados de huevos y pollos y mi ausencia chungo chungo.
Pero vamos... que si al final el viaje es mas tarde de septiembre, ese año empiezan a criar mas tarde y santa cosa.
Por otro lado, personalmente si hubiera sido a un hotel pijo no me habría igualmente importado en absoluto. Aun así, habría visto selva y bichos pa caer mala... acostumbrada a la flora y fauna del sur de Huelva, que hasta el jardín del hotel me parecería ya el paraíso.
Pero si es en plan "a nuestra bola", pos fale.
Una ventaja que si que le veo yo al hotel, a parte de no tener que perder tiempo cocinando (y la calidad y variedad de la comida), es que te llevan a ver los animales si o si. Como ya han comentado, allí el árbol de los aras, aquella orilla que se solean los caimanes, por allá que se sabe que hay delfines... por que se me ocurre que bien podemos no ver nosotros nada de eso por ser un viaje a nuestra aire, por mas que estemos en la selva, lo mismo que el venir a Marismas del Odiel no asegura ver al aguila pescadora, o pasear por las duñas de la costa asegura ver al camaleon, o ir por la sierra de Huelva implica necesariamente ver buitres negros.
O sea... minifauna seguro que si, pero la gorda quizás no, no si? a+
Me explico... aquí llegan unos ingleses y se apuntan en Doñana para una excursión y saben donde ir y a que hora para pillar fauna de la grande, ellos por su cuenta, sin los medios físicos oportunos, pues igual se quedan sin ver al bicho gordo tal, por que no saben donde ni cuando es el momento adecuado para verlo. Rabilargos, milanos, lagartijas, peloteros... eso seguro que lo verían, pues te lo encuentras simplemente andando, igual que nosotros nos encontraríamos andando mil mini reptiles, insectos y bichería varia pequeña. Pero ¿y los grandes?