kroak
Well-Known Member
Buenas a todos bicheros, hace tiempo que no participo en los foros, a causa de un exceso de trabajo y un horario partido que me parte, pero no me quejo, tengo trabajo y disfruto con él.
Por desgracia hace un par de días me pincé un nervio de la vertebra y tengo para 1 o 2 semanas de baja. En fin..., dejo aparte mi vida personal, y empiezo a escribir una pequeña reflexión que no se me va de la cabeza desde que empecé con el hobby.
Algunos pocos me conocen por los foros, desde algunos años que empecé en el mundillo de los anfibios, en especial con los urodelos.
Siempre me habían fascinado los animales, desde pequeñajo hojeaba las hoy obsoletas enciclopedias buscando en el índice los apartados de zoología, desde reptiles y anfibios asta documentos y dibujos de la etapa jurasica (coleccionaba esos dinosaurios de goma tan currados que mi vieja me compraba en el mercado), me quedaba embobado observando cualquier bicho que se me cruzase y disfrutaba como un cabron, cuando tenía la oportunidad de visitar un zoo o un parque natural, luego me pasaba el día haciendo dibujos de los reptiles. Con el tiempo conocí la terrariofilia y encontré la forma de poder admirar las conductas en primera persona de muchos de esos animales que siempre me habían cautivado. Toqué la acuariofilia, alguna especie de roedor, periquitos, cotorras y llevo unos años con urodelos y estoy encantado. En todo este tiempo lo he pasado en grande observando la maravillosa morfología de estos anfibios tan fascinantes, he podido ver con mis propios ojos como crecían y se desarrollaban, las conductas de las diferentes especies en cuanto al cortejo, verlos cazar, la increíble adaptación al medio y sus diferentes formas de vida y etapas, las metamorfosis de las larvas…, todo esto me ha obligado a buscar información en libros y foros sobre estos animales, aprender de plantas, tanto acuáticas y terrestres, la he gozado haciendo cultivos para la dieta de mis mascotas, disfrutando con el proceso, he criado : gusanos, grillos, artermias, daphnias, colémbolos , grindal, etc ,etc … ahora estoy flipando con los guasanos de seda…¡ juas juas!.
Desde siempre he practicado el excursionismo y gracias a mi trabajo y a la terrariofilia, he aprendido a disfrutar de todos esos bichos que están pero ahí pero no se ven hasta que acostumbras a tus ojos, e incluso gracias al hobby, he podido conocer a aficionados en persona o por teléfono y con alguno de ellos compartir alguna que otra bicheada, aprendiendo de sus conocimientos (un saludo Adam, toni, Xavier, jofre, litorio, abenza…y a todos los que participáis aportando vuestro conocimiento en los foros). La fotografía ahora tiene otro sentido, los ecosistemas los veo desde otra perspectiva y hasta la planta más común del parque de mi barrio tiene su encanto.
Creo que la terrariofilia, junto con el mar y la montaña, me ha dado una conciencia mucho más elevada de la que yo tenía, sobre el cuidado y preservación de todo lo natural que nos rodea.
Por lo tanto creo que en este sentido, el mantenimiento de animales en cautividad ayuda mucho a concienciar a la gente sobre la preservación de los hábitats y te enseña a disfrutar de ellos.
Admiro mucho a los aficionados que solo mantienen animales nacidos en cautividad no participando de esa manera al declive de la fauna y la flora. No voy a tratar de engañar a nadie, una minoría de los animales que he tenido los he comprado de procedencia salvaje, legales de cara a la ley, la cual permite que las tiendas de exóticos vendan animales salvajes de procedencia no autóctona, con el pretexto de que no están amenazados, cuando todos sabemos, que aunque unos más que otros, todos lo están al igual que sus hábitats y creo que no deberíamos comerciar con ellos porque son joyas que están desapareciendo.
Creo que la afición hace mucho bien, pero también contribuye a su declive.
No estoy diciendo nada nuevo que no sepáis ya sobre todo esto, y sobre el mercado de animales. Un mercado del que se lucran unos cuantos a expensas no solo de terrarios, acuarios, decoraciones, sustratos, presa viva, plantas y animales nacidos en cautividad, sino también de animales como hypselotritones, paramesotritones, ambystomas, notophthalmus , bombinas, pachytritones todos ellos salvajes …solo por mencionar algunos urodelos.
Estos animales llegan a casas de aficionados sin un manual de instrucciones (mal por el vendedor y el aficionado) y solo unos pocos, (aunque cada vez más) se lo toman en serio y aprenden a cuidarlos, leyendo e informándose por su cuenta. Muchos otros animales acaban en manos vacías, que por falta de educación o interés por parte del comprador o del vendedor o de los dos, acaban siendo el resultado de un capricho pasajero.
La continua información sobre el mantenimiento de animales exóticos, ya sea en libros, foros, revistas, tiendas y ferias, consiguen que la sociedad admire mas a estos animales creando un mercado, pero también crea más demanda de exóticos y contribuye a la desaparición de estos. Casos aberrantes como el de los de los herpetólogos que no se atreven a dar a conocer una nueva especie por miedo a que sufra un expolio masivo por la demanda de coleccionistas de lo raro y exclusivo.
Creo que lo mejor para las especies, seria que prohibiesen su venta (tanto salvajes como nacidos en cautividad) sería una putada para todos los aficionados y profesionales de la terrariofilia, acuariofilia y demás, porque muchos de nosotros nos esmeramos en cuidarlos lo mejor que podemos, pero si desapareciese el mercado, bajaría la demanda y con esta el expolio.
Otra opción, sería regular el sistema, de forma de que todo lo que se vende fuera con papeles, y nacido en cautividad pero creo que la administración no está preparada económicamente ni moralmente para hacerlo bien y controlarlo.
Estaría muy bien que los aficionados que realmente disfrutan viendo y manteniendo estos animales, se contentasen con verlos en sus hábitats naturales, supervisados por los profesionales de las distintas asociaciones de biólogos “comprometidos”, encargados en preservar la naturaleza, y que estos, permitiesen colaborar a las personas realmente dispuestas en ayudar, ya sea con donaciones, ayudando a crear hábitats sanos y controlar el mantenimiento de los existentes, con programas de repoblación, identificación etc. Muchas asociaciones españolas ya ofrecen esta posibilidad, pero no todo el mundo tiene el tiempo suficiente de hacerlo por esta vía. Trabajo, familia, dinero y la ajetreada vida diaria que nos impone el sistema. Lo más cómodo y fácil es comprarnos un pedazo de naturaleza, mantenerlo y disfrutarlo en nuestra casa. De esta forma no hay que desplazarse para verlos, siempre están ahí, detrás del cristal y por mucho que nos esmeremos en proporcionarles artificialmente los parámetros más parecidos a los de sus hábitats de origen, nunca serán los originales porque es imposible, o no están al alcance del aficionado.
Por muy bien cuidados que estén, aunque sean nacidos en cautividad y se reproduzcan con normalidad, vivan igual o más años que en estado salvaje, pasaran toda su existencia en un cubo de cristal.
Hablando de biólogos conservacionistas que estudian animales en cautividad, beneficiando con sus estudios a las poblaciones salvajes, tiene sentido, pero el desfase del mercado actual sobre el comercio de exóticos, da un poco de pena, y más cuando visitas ciertas tiendas y ves el estado en el que mantienen a los animales.
Este escrito, se me ocurrió cuando observaba a mis 3 ambystomas tigrinum en su mega terrario espacioso de 500 litros, muy acondicionado con todos sus microclimas, sus plantas y su dieta variada. Pensé en lo grande que era, comparándolo con lo que veo por ahí en fotos y tal y me sentí satisfecho, pero recordé los hábitats de las poblaciones salvajes con sus riachuelos y charcas, todos los insectos, el clima natural, todo ese equilibrio…y el megaterrario se me quedo muy pequeño.
Es una simple reflexión transcendental, en la cual no trato de decir lo que está bien o lo que está mal ni lo que tiene que hacer cada uno, o lo que es o no correcto…porque no lo sé , supongo que se trata de hacerlo lo mejor que uno puede. Pero la moral está ahí…si existiese el infierno…¿no creéis que arderíamos en el ,por privar a los animales de una libertad digna?
Gracias al que haya tenido cojones u ovarios para leerse este tostón. Aunque este tipo de posts son de los no se opina mucho, he conseguido plasmar un pensamiento que tenía en la cabeza y gracias al maravilloso sistema de internet, uno puede compartir estas inquietudes con otras personas.
Un saludo majos.
Por desgracia hace un par de días me pincé un nervio de la vertebra y tengo para 1 o 2 semanas de baja. En fin..., dejo aparte mi vida personal, y empiezo a escribir una pequeña reflexión que no se me va de la cabeza desde que empecé con el hobby.
Algunos pocos me conocen por los foros, desde algunos años que empecé en el mundillo de los anfibios, en especial con los urodelos.
Siempre me habían fascinado los animales, desde pequeñajo hojeaba las hoy obsoletas enciclopedias buscando en el índice los apartados de zoología, desde reptiles y anfibios asta documentos y dibujos de la etapa jurasica (coleccionaba esos dinosaurios de goma tan currados que mi vieja me compraba en el mercado), me quedaba embobado observando cualquier bicho que se me cruzase y disfrutaba como un cabron, cuando tenía la oportunidad de visitar un zoo o un parque natural, luego me pasaba el día haciendo dibujos de los reptiles. Con el tiempo conocí la terrariofilia y encontré la forma de poder admirar las conductas en primera persona de muchos de esos animales que siempre me habían cautivado. Toqué la acuariofilia, alguna especie de roedor, periquitos, cotorras y llevo unos años con urodelos y estoy encantado. En todo este tiempo lo he pasado en grande observando la maravillosa morfología de estos anfibios tan fascinantes, he podido ver con mis propios ojos como crecían y se desarrollaban, las conductas de las diferentes especies en cuanto al cortejo, verlos cazar, la increíble adaptación al medio y sus diferentes formas de vida y etapas, las metamorfosis de las larvas…, todo esto me ha obligado a buscar información en libros y foros sobre estos animales, aprender de plantas, tanto acuáticas y terrestres, la he gozado haciendo cultivos para la dieta de mis mascotas, disfrutando con el proceso, he criado : gusanos, grillos, artermias, daphnias, colémbolos , grindal, etc ,etc … ahora estoy flipando con los guasanos de seda…¡ juas juas!.
Desde siempre he practicado el excursionismo y gracias a mi trabajo y a la terrariofilia, he aprendido a disfrutar de todos esos bichos que están pero ahí pero no se ven hasta que acostumbras a tus ojos, e incluso gracias al hobby, he podido conocer a aficionados en persona o por teléfono y con alguno de ellos compartir alguna que otra bicheada, aprendiendo de sus conocimientos (un saludo Adam, toni, Xavier, jofre, litorio, abenza…y a todos los que participáis aportando vuestro conocimiento en los foros). La fotografía ahora tiene otro sentido, los ecosistemas los veo desde otra perspectiva y hasta la planta más común del parque de mi barrio tiene su encanto.
Creo que la terrariofilia, junto con el mar y la montaña, me ha dado una conciencia mucho más elevada de la que yo tenía, sobre el cuidado y preservación de todo lo natural que nos rodea.
Por lo tanto creo que en este sentido, el mantenimiento de animales en cautividad ayuda mucho a concienciar a la gente sobre la preservación de los hábitats y te enseña a disfrutar de ellos.
Admiro mucho a los aficionados que solo mantienen animales nacidos en cautividad no participando de esa manera al declive de la fauna y la flora. No voy a tratar de engañar a nadie, una minoría de los animales que he tenido los he comprado de procedencia salvaje, legales de cara a la ley, la cual permite que las tiendas de exóticos vendan animales salvajes de procedencia no autóctona, con el pretexto de que no están amenazados, cuando todos sabemos, que aunque unos más que otros, todos lo están al igual que sus hábitats y creo que no deberíamos comerciar con ellos porque son joyas que están desapareciendo.
Creo que la afición hace mucho bien, pero también contribuye a su declive.
No estoy diciendo nada nuevo que no sepáis ya sobre todo esto, y sobre el mercado de animales. Un mercado del que se lucran unos cuantos a expensas no solo de terrarios, acuarios, decoraciones, sustratos, presa viva, plantas y animales nacidos en cautividad, sino también de animales como hypselotritones, paramesotritones, ambystomas, notophthalmus , bombinas, pachytritones todos ellos salvajes …solo por mencionar algunos urodelos.
Estos animales llegan a casas de aficionados sin un manual de instrucciones (mal por el vendedor y el aficionado) y solo unos pocos, (aunque cada vez más) se lo toman en serio y aprenden a cuidarlos, leyendo e informándose por su cuenta. Muchos otros animales acaban en manos vacías, que por falta de educación o interés por parte del comprador o del vendedor o de los dos, acaban siendo el resultado de un capricho pasajero.
La continua información sobre el mantenimiento de animales exóticos, ya sea en libros, foros, revistas, tiendas y ferias, consiguen que la sociedad admire mas a estos animales creando un mercado, pero también crea más demanda de exóticos y contribuye a la desaparición de estos. Casos aberrantes como el de los de los herpetólogos que no se atreven a dar a conocer una nueva especie por miedo a que sufra un expolio masivo por la demanda de coleccionistas de lo raro y exclusivo.
Creo que lo mejor para las especies, seria que prohibiesen su venta (tanto salvajes como nacidos en cautividad) sería una putada para todos los aficionados y profesionales de la terrariofilia, acuariofilia y demás, porque muchos de nosotros nos esmeramos en cuidarlos lo mejor que podemos, pero si desapareciese el mercado, bajaría la demanda y con esta el expolio.
Otra opción, sería regular el sistema, de forma de que todo lo que se vende fuera con papeles, y nacido en cautividad pero creo que la administración no está preparada económicamente ni moralmente para hacerlo bien y controlarlo.
Estaría muy bien que los aficionados que realmente disfrutan viendo y manteniendo estos animales, se contentasen con verlos en sus hábitats naturales, supervisados por los profesionales de las distintas asociaciones de biólogos “comprometidos”, encargados en preservar la naturaleza, y que estos, permitiesen colaborar a las personas realmente dispuestas en ayudar, ya sea con donaciones, ayudando a crear hábitats sanos y controlar el mantenimiento de los existentes, con programas de repoblación, identificación etc. Muchas asociaciones españolas ya ofrecen esta posibilidad, pero no todo el mundo tiene el tiempo suficiente de hacerlo por esta vía. Trabajo, familia, dinero y la ajetreada vida diaria que nos impone el sistema. Lo más cómodo y fácil es comprarnos un pedazo de naturaleza, mantenerlo y disfrutarlo en nuestra casa. De esta forma no hay que desplazarse para verlos, siempre están ahí, detrás del cristal y por mucho que nos esmeremos en proporcionarles artificialmente los parámetros más parecidos a los de sus hábitats de origen, nunca serán los originales porque es imposible, o no están al alcance del aficionado.
Por muy bien cuidados que estén, aunque sean nacidos en cautividad y se reproduzcan con normalidad, vivan igual o más años que en estado salvaje, pasaran toda su existencia en un cubo de cristal.
Hablando de biólogos conservacionistas que estudian animales en cautividad, beneficiando con sus estudios a las poblaciones salvajes, tiene sentido, pero el desfase del mercado actual sobre el comercio de exóticos, da un poco de pena, y más cuando visitas ciertas tiendas y ves el estado en el que mantienen a los animales.
Este escrito, se me ocurrió cuando observaba a mis 3 ambystomas tigrinum en su mega terrario espacioso de 500 litros, muy acondicionado con todos sus microclimas, sus plantas y su dieta variada. Pensé en lo grande que era, comparándolo con lo que veo por ahí en fotos y tal y me sentí satisfecho, pero recordé los hábitats de las poblaciones salvajes con sus riachuelos y charcas, todos los insectos, el clima natural, todo ese equilibrio…y el megaterrario se me quedo muy pequeño.
Es una simple reflexión transcendental, en la cual no trato de decir lo que está bien o lo que está mal ni lo que tiene que hacer cada uno, o lo que es o no correcto…porque no lo sé , supongo que se trata de hacerlo lo mejor que uno puede. Pero la moral está ahí…si existiese el infierno…¿no creéis que arderíamos en el ,por privar a los animales de una libertad digna?
Gracias al que haya tenido cojones u ovarios para leerse este tostón. Aunque este tipo de posts son de los no se opina mucho, he conseguido plasmar un pensamiento que tenía en la cabeza y gracias al maravilloso sistema de internet, uno puede compartir estas inquietudes con otras personas.
Un saludo majos.