Hola a todos,
Albervo, por favor, no trates de "arreglarlo" que no vas bien
. El único que vive bien de las drogas es el capo que las vende. Te aseguro que el que planta la coca o cultiva la maria (no hablo de lo de aquí, sino de lo que viene de fuera...), bastante tiene con no llevarse un tiro en la nuca. Eso es, probablemente, de lo que hablaba z0na. Que el que se droga, por drogarse, no hace "daño" a nadie. Pero a parte de a la familia, hace daño a mucha gente que conforma ese mercado (y, para que nadie se sienta mal, esto ocurre en muchos otros "sectores": diamantes, armas, etc). Supongo que la legalización podría reducir este problema, pero no sé hasta qué punto. A parte, muchos de vosotros, consideráis al alcohol y al tabaco más peligrosos, pero que, por ser legales, son socialmente aceptados. De lo cual, deduzco que si legalizasemos estas drogas, éstas pasarían a ser socialmente aceptadas y consumidas masivamente (ya que, si se legalizan, se supone que no hay "problema", no?). Y eso, para mí, sí que es un problema porque considero que mucha gente no tiene ni idea de los riesgos reales del consumo (si queréis, abuso) de ciertas sustancias.
Y piter, para hablar, antes, hay que informarse (lo digo sin ánimo de ofender
)... Sabes quiénes suelen dar las charlas en proyecto hombre u otras entidades de lucha contra la droga/rehabilitación? Psicólogos, científicos y... ex-drogadictos. Se tocan todas las vertientes y, desde luego, muchos de los que hablan SI probaron y supieron de primera mano lo que supone el mundo de las drogas. Precisamente porque en estas asociaciones saben que lo único que puede cambiarle el chip a un consumidor es ver a otro ex-consumidor hablando de lo que esa experiencia tuvo de negativa en su vida.
Por último, mucho cuidado cuando hablemos, porque se trata de defender posturas, pero no de fomentar el consumo. Algunos de vosotros, en la defensa del consumo, estáis yendo un poco "demasiado lejos". Vamos a ver si podemos seguir discutiendo sin tener que entrar en arenas movedizas jejejeje
Un saludo,
Luis Casasús