Yo compré hace años 5 ejemplares albinos, y conseguí criarlos a los pocos meses (impresionante su velocidad de crecimiento), la primera vez más de 80, la segunda más de 400 renacuajos de los que por suerte sólo sobrevivieron 200 ranitas. Y ya no volví a criarlas, ya todo el mundo que conocía, tenía. De una tercera vez, me quedé con seis, para enseñar a los niños. Era impresionante ver a las doscientas pequeñas ... de veras, pequeñitas como una uña. Echabas tres calamares o un filete de merluza bien picados, y desaparecían en cuestión de un minuto. No me extraña que sean las invasoras perfectas: reproducción impresionante, gran voracidad, adaptación a las bajas temperaturas. La mayoría las envié, a la gente le gustan ... siempre avisando que nunca las liberaran. Son fáciles de mantener, agua a temperatura ambiente (un secreto para su cría sin hormonar es dejar que baje la temperatura en invierno y que suba naturalmente en primavera), un pequeño filtro ...
Creo, sinceramente, que no hay anfibio que tenga una metamorfosis tan espectacular como las xenopus (sus renacuajos no son como los de los otros anfibios: se comportan como peces, mejor dicho, como tiburones-ballena, tanto por que son totalmente nadadores libres (no se tumban en el fondo), por la forma de la cabeza (boca ancha, ojos en los extremos) como por su alimentación, son únicamente filtradores y no pueden comer nada que no esté disuelto en el agua).
Creo también que es una pena que perdamos un animal tan espectacular porque unos degenerados hicieran lo mismo con ellas que con las tortuguitas, soltarlas por ahí y liarla parda ... La culpa no es del animal que se sabe adaptar, pero paga por ello.
Un saludo y suerte con ellas, Mari, antes de que no las vuelvas a ver ...
PD: Si te gustan, vuelve a la tienda, que con dos-tres cm ya se pueden distinguir las hembras de los machos, con buen ojo, las hembras tienen un pequeño "rabito" en el trasero, los machos lo tienen totalmente recto, sin ninguna protuberancia.