Como colaborador de la organización (a través de la Sociedad Herpetológica Valenciana) y expositor, quiero transmitir mi felicitación a Noel Caba y Reptil House por haber organizado un evento como este y la atención exquisita que ha tenido cara a los expositores y asistentes.
Como expositor, las mesas eran excelentes, disponíamos todos de toma eléctrica y sillas en cantidad suficiente, además de un pequeño armarito con llave para dejar nuestras pertenencias. Los miembros de la organización se acercaban a menudo para ver como iba todo y ayudarnos en lo que hiciera falta. A la mañana siguiente todos tuvimos nuestro ticket-desayuno, un detalle muy de agradecer.
Las ventas en mi caso no estuvieron mal, no me puedo quejar, y en la mesa de SOHEVA se adoptaron muchísimas tortugas, varios gecos leopardo, serpientes del maíz, tritones, agamas... es decir, se vio la otra cara de esta afición, donde animales víctimas de compras compulsivas acaban en la calle y en cambio encuentran su lugar entre otros más responsables.
Como colaborador de la organización, tuve el privilegio de formar parte del jurado del concurso de terrarios, y tomar parte en la jornada de conferencias tanto como ponente como organización. La sala era estupenda, con muy buena acústica y unos medios audiovisuales excelentes. Fue una buenísima oportunidad para intercambiar experiencias, puesto que en todo momento intentamos que las charlas fueran muy interactivas, y que el público también fuera protagonista.
En cuanto a la afluencia, se concentró la presencia de aficionados por la mañana, mientras que por la tarde fue el turno de los lugareños, que disfrutaron de esta afición y no dudaron en acercarse a nuestra mesa a preguntar (y a ver cuán grandes podían llegar a hacerse las tortugas de las pajarerías). No obstante, no se observaron grandes aglomeraciones en ningún momento, seamos realistas, la entrada fue discreta. Ni siquiera se puede evaluar el impacto de la novedad de la feria. El potencial y la localización céntrica de la feria en cualquier caso debía ser un acierto, para que la feria de referencia en España desde 2005 decidiera simultanear la celebración de uno de sus eventos a pocos kilómetros y fuera de su calendario previsto. Aun así, juntar cerca de 50 expositores en esas circunstancias y lograr unas ventas razonables era tarea ardua, pero así y todo, muchos expositores salieron contentos pese a no haber vendido con arreglo a sus expectativas. Hago aquí un inciso y propongo: para próximas ediciones, sería deseable que las dos empresas y la asociación que celebran esta clase de eventos en España pactaran un calendario, yo creo que hay lugar para todos. En un país tan similar al nuestro como Italia se han celebrado 23 este año.
Como visitante, el concurso de terrarios, la exposición de fotos y los sorteos de material de ExoTerra fueron puntos a favor. Muchos se llevaron material gracias a pequeños concursos que iba proponiendo Edgar por megafonía, organizándose cada poco una improvisada gymkana con gente por los pasillos corriendo hacia el stand de Reptil House.
En cuanto a los animales expuestos, una mayoría abrumadora de individuos criados en cautividad en buen estado de salud, con amplia variedad, si bien no en números grandes. Los amantes de las fases y de las especies escasas también estuvieron de enhorabuena, puesto que algunas mesas hubiesen sido verdaderas estrellas en la feria de Hamm.
También existió la parte negativa, puesto que la gente tenía la oportunidad de fotografiarse por un módico precio con el cachorro de tigre blanco dentro de su jaula, algo que me pareció fuera de lugar.
Y como siempre, la oportunidad de coincidir con amigos y conocidos, hacer nuevas amistades y acercar el mundo de los reptiles y anfibios a los noveles. Una experiencia que espero que se repita en el futuro, y allí estaré si vuelven a pedir mi colaboración.
Un saludo.